Monserrat trasplante medula osea

Monserrat Marcoleta

"Me dijeron que el Centro de Trasplante era el mejor lugar para tratarme"

El año 2014 comenzó a estar más cansada y con dolores en todo el cuerpo. Por tres años estuvo con molestias, consultó en varios centros de salud y todos los médicos le dijeron que sus síntomas eran producto del estrés. 

Monserrat decidió dejar su trabajo, pues como era fuera de Santiago le demandaba mucho tiempo. Los dolores disminuyeron y entró a la Universidad de Santiago como directora del Sistema de Biblioteca. En abril de 2017 fue a un Congreso en Perú y durante el viaje se sintió muy mal, todos sus malestares se intensificaron.

A su regreso, fue una vez más al doctor, pero esta vez el diagnóstico fue claro: Leucemia linfoblástica aguda. Además tenía talasemia, enfermedad a la sangre que le habían detectado hace años, por lo que llamó a su hematólogo y él le recomendó Clínica Santa María. “Me dijo que los médicos del Centro de Trasplante tenían mucha experiencia y que era el mejor lugar para tratarme”, recuerda.

Llegó a la Clínica y fue evaluada por el Dr. Cristián Carvallo, médico jefe del Servicio de Oncología, quien le explicó que necesitaba un trasplante de médula ósea y que debía quedar hospitalizada. “El equipo es lo máximo, me dieron confianza y sobre todo me entregaron mucho cariño”, detalla.

Monserrat necesitaba un donante, por lo que le hicieron pruebas de compatibilidad a la mayor de sus dos hijas que en ese momento tenía 23 años. El resultado fue positivo y el 10 de agosto se realizó la intervención.


“Nunca me sentí sola, todo el equipo se preocupaba de mí, el Dr. Carvallo siempre estaba presente, sin importar la hora. Eso te hace sentir segura y tranquila”, relata Monserrat.

Fue dada de alta los últimos días del mes. “La recuperación de la paciente fue excelente, luego del trasplante, además, desapareció su talasemia”, destaca el Dr. Carvallo. “Ya me había acostumbrado a vivir con dolor y cansancio, aún no puedo creer lo bien que me siento y la energía que tengo ahora. Fue fundamental el apoyo del equipo médico, de mi familia y mi fe en Dios”, finaliza Monserrat.

En Clínica Santa María se han realizado más de 200 trasplantes de médula ósea, en sus diversas modalidades. Además existen 23 unidades de aislamiento que entregan máximas condiciones de seguridad para prevenir infecciones y efectuar estos procedimientos bajo las mejores condiciones.

Junio 2018

Sergio circulo

Sergio Jara

"Esto nos ha unido aún más como hermanos, ella me dio una nueva vida"

Para realizar un TMO es necesario un experto equipo médico, y una infraestructura y tecnología adecuadas para tratar a los pacientes. En Clínica Santa María se han efectuado cerca de 200 trasplantes de médula ósea en sus diversas modalidades, desde el año 2004, siendo una institución líder en este tipo de procedimientos.

A comienzos de 2009, tuvo un resfrío que además se manifestó con dolor de huesos y una fuerte molestia en la zona de la ingle. Ante estos síntomas consultó con un médico en Temuco que le diagnosticó leucemia linfoblástica aguda.

Sergio tiene 39 años y es carabinero. Hace 13 años es parte de esta Institución, cumpliendo labores operacionales, de tránsito y velando por la seguridad pública, actividades que se vieron interrumpidas al enterarse de su enfermedad, ya que fue trasladado de urgencia al Hospital de Carabineros en Santiago y, posteriormente, comenzó un tratamiento con quimioterapia.

Tras una leve una mejoría volvió a su ciudad, sin embargo, tuvo una recaída y esta vez fue trasladado a Clínica Santa María. “Al comienzo me sentí súper mal y me decaí. Pero después saqué fuerzas y dije: <el cáncer no me la puede ganar, voy a luchar hasta el final>”, recuerda.

El Dr. Cristian Carvallo, médico jefe del Servicio de Oncología, le planteó la posibilidad de hacer un trasplante de médula ósea para reponer y restablecer la función de las células madre de su organismo, que estaban dañadas por la leucemia.

Existen dos tipos de trasplante de médula ósea, uno del tipo autólogo donde se utilizan células del propio paciente y otro alogeneico en que se usan las de un donante con compatibilidad inmunológica. Frente a la complejidad de encontrar donantes 100% compatibles, existe una técnica llamada de tipo haploidéntico, que permite realizar un TMO con un donante que es sólo 50% compatible con el paciente.

Este último procedimiento se le realizó a Sergio, usando células madre de su hermana, que era inmunológicamente compatible. “Esto nos ha unido aún más como hermanos, ella me dio una nueva vida”, reflexiona. A casi un año del trasplante, Sergio comenta que se ha sentido muy bien, continúa con medicamentos y controles periódicos.

“El apoyo médico y del personal de la Clínica fue primordial para mi recuperación, gracias a ellos logré salir adelante. Además, quiero agradecer a Carabineros de Chile por la ayuda incondicional y por financiar mi tratamiento”, finaliza Sergio.

Octubre 2017

maria luisa dooner

María Luisa Dooner

"Esta enfermedad le dio un giro positivo a mi vida"

En mayo de 2015 le diagnosticaron cáncer de mama. Un mes después, María Luisa Dooner fue sometida a una mastectomía total bilateral y luego a quimioterapia y radioterapia. Hace pocas semanas dio por finalizada esta etapa con una cirugía reconstructiva.

Una mañana cualquiera, mientras se duchaba, María Luisa notó algo extraño en su mama izquierda. “Todo fue muy rápido, de un día para otro me encontré un bulto súper grande”, recuerda. Preocupada, consultó con su ginecólogo de cabecera, quien de inmediato sospechó que podía tratarse de un tumor. Efectivamente, los exámenes indicaron que tenía cáncer mamario en etapa II, es decir, se había ramificado a algunos ganglios.

Con esos antecedentes llegó a Clínica Santa María. María Luisa fue evaluada por el Dr. Enrique Waugh, cirujano oncológico, quien le solicitó una biopsia de la mama derecha y un test genético. “El doctor me dijo que debía operarme lo antes posible. Si bien el lado derecho no estaba comprometido, era probable que en los próximos años desarrollara células cancerígenas, por lo que era necesario hacerme una mastectomía total bilateral e instalarme un expansor para hacerme una cirugía reconstructiva más adelante”, explica.

Tras la operación, el Dr. Cristián Carvallo, médico jefe del Servicio de Oncología, le indicó quimioterapia y radioterapia, tratamientos que ella complementó con terapias alternativas.

Ya han pasado dos años y María Luisa cambió su rutina por completo. “El cáncer me hizo tomar conciencia. Dejé de trabajar 12 a 14 horas diarias, cambié mi alimentación, hago más deporte y me inicié en Reiki para ayudar de alguna forma a otras personas que tienen esta enfermedad”, afirma. Recientemente, dio por cerrado este capítulo de su vida con la cirugía reconstructiva y el implante de prótesis mamarias que tanto esperaba.

“Quiero transmitir que se puede vivir el cáncer desde una perspectiva más optimista y de aprendizaje. El proceso sin duda fue duro, pero esta enfermedad dio un giro positivo a mi vida”.

“El equipo médico siempre fue muy profesional y cercano. Los doctores y las enfermeras hicieron que este proceso fuera más llevadero. Siempre estuvieron muy preocupados, me dieron ánimo y me alentaron en mis momentos de mal humor. Estoy infinitamente agradecida. El cáncer ya es una prueba superada y con éxito”, finaliza María Luisa.

El cáncer de mama es uno de los más frecuentes entre las mujeres: 1 de cada 14 lo desarrollará a lo largo de su vida. Sin embargo, una detección temprana de las lesiones permite lograr altas tasas de curación y evitar la pérdida de la glándula mamaria.


Junio 2017

maricarmen neira

Maricarmen Neira

"Piensas que al resto le puede pasar, pero jamás a ti"

Maricarmen Neira es parte de las personas que sufrió las consecuencias del tabaquismo. Aunque dejó de fumar hace seis años -cuando le diagnosticaron cáncer cervicouterino-, desarrolló otro tumor maligno primario en el pulmón, que la hizo enfrentar una dura batalla por más de un año.
 
Tiene 72 años, es española, casada, y vive en Chile junto a su marido desde el 2008. Hace 6 años llegó de urgencia a Clínica Santa María por una hemorragia. Tras varias pruebas y controles ginecológicos, el diagnóstico fue completamente inesperado: Tenía cáncer cervicouterino, debía ser sometida a una histerectomía total (extirpación del útero) y a tratamiento con quimioterapia.

Desde esa fecha cambió su estilo de vida y decidió dejar el cigarrillo. Cumplió estrictamente sus controles y el cáncer quedó en el pasado. Sin embargo, en febrero de 2015, empezó a sentirse mal, su presión arterial estaba más baja de lo normal, tenía mareos, taquicardia y palpitaciones. Luego de una serie de exámenes, los resultados mostraron la presencia de un tumor en el pulmón, consecuencia de las 4 cajetillas semanales que fumó por más de cuatro décadas.

Maricarmen fue derivada con el Dr. Claudio Suárez, médico jefe de la Unidad de Cirugía Torácica, quien de inmediato comenzó un tratamiento en conjunto con el Dr. Cristián Carvallo, médico jefe del Servicio de Oncología. De esta forma, le indicaron cuatro ciclos de quimioterapia a la espera de reducir el tamaño del tumor para poder extirparlo.

El tratamiento de inducción con quimioterapia dio los resultados esperados, casi el 90% del tumor estaba muerto al momento de la operación y los ganglios habían regresado en su mayoría. “Maricarmen tuvo que realizar un entrenamiento kinésico preoperatorio especialmente diseñado para ella, pues su función pulmonar estaba muy deteriorada por los años de tabaquismo. La cirugía consistió en la extirpación del lóbulo pulmonar que alojaba al tumor y de todos los territorios ganglionares tributarios de ese lóbulo, esa es la clave de un buen tratamiento quirúrgico oncológico para este tipo de cáncer. En el caso de Maricarmen se extirparon cuarenta ganglios diferentes, de ellos, solo 2 tenían enfermedad persistente. Sin embargo, el compromiso ganglionar inicial (pre-quimioterapia) era mayor y eso requería asociar radioterapia postoperatorio, según el protocolo de tratamiento que seguimos en Clínica Santa María”, explica el Dr. Suárez, y agrega: “Los resultados de tratamiento de cáncer pulmonar de nuestro equipo son los mejores reportados en el continente y se presentan periódicamente en diversos congresos internacionales, los que pueden ser consultados por cualquier persona aquí”.

Actualmente, Maricarmen se controla cada 3 meses con el oncólogo y cada 6 con el cirujano de tórax. “Fue un proceso largo y difícil, pero siempre confié en mis médicos, quienes me acompañaron y de verdad estaban muy comprometidos con mi situación”, confiesa.

El cáncer de pulmón es una de las principales causas de muerte en el mundo y el tabaquismo es la causa en aproximadamente 90% de los casos. Este tipo de cáncer se origina dentro del pulmón, en la tráquea, los bronquios o en el tejido pulmonar. Cuando es diagnosticado en una fase avanzada la sobrevida a cinco años no sobrepasa el 15%.

Una vez detectado, el tratamiento dependerá de la variedad del cáncer y su grado de extensión. La cirugía se indica cuando es posible la extirpación completa del tumor y la enfermedad no se ha extendido. “En la mayoría de los centros del mundo esto ocurre en un mínimo porcentaje de casos. Sin embargo, Clínica santa María cuanta con un programa de detección precoz del cáncer pulmonar y de abandono del tabaco que nos permiten diagnosticar esta enfermedad en etapas precoces. No obstante, existe un grupo con cierto grado de extensión local -al que pertenece Maricarmen- en que es posible combinar cirugía, quimioterapia y radioterapia”, explican los doctores Carvallo y Suárez.

“El cáncer es como los accidentes en auto, piensas que al resto le puede pasar, pero jamás a ti. Creo que es fundamental que las personas tomen conciencia del daño que provoca el cigarrillo y que además sepan lo importante que es hacerse un chequeo en forma periódica. Gracias a eso y al tremendo equipo médico de la Clínica, aún sigo con vida”, finaliza Maricarmen.

Diciembre 2016

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Carla Silva

"Sabía que el cáncer no me iba a ganar "

Un día de mayo, Carla Silva (22), estudiante de Kinesiología, sintió un fuerte dolor en el pecho que le impedía hacer cualquier actividad. Pensando que su malestar era de origen traumatológico, acudió a la Urgencia del Convenio Escolar. 

En este lugar confirmó que no se trataba de una lesión de este tipo, pero el scanner que le realizaron mostró una imagen extraña en el tórax, por lo que era necesario hacerle pruebas con contraste para tener mayor precisión y poder efectuar un diagnóstico. 

El nuevo examen evidenció la presencia de focos condensados de contraste en el mediastino -un hueso situado en el centro del tórax-, por lo que el equipo médico decidió hospitalizarla hasta determinar la causa exacta del dolor que la afectaba. 

Al día siguiente, Carla fue evaluada por el Dr. Cristián Carvallo, médico jefe del Servicio de Oncología de Clínica Santa María. "La verdad es que nunca pensé de qué podía tratarse. Tras revisar mis exámenes, el médico me explicó que en el peor de los casos podía ser un cáncer", recuerda.

Ese mismo día le realizaron un scanner con PET-CT, un moderno equipo para diagnosticar en forma rápida y certera diversas enfermedades oncológicas. Posteriormente, le hicieron una biopsia que permitió confirmar que Carla tenía un linfoma de Hodgkin.

"El Dr. Carvallo fue muy claro conmigo, me dijo que este cáncer era frecuente a mi edad, que tenía muy buen pronóstico y que en tres meses podía curarse", cuenta Carla. De esta forma, una semana después empezó sesiones de quimioterapia, cada 15 días. 

Luego de dos meses de tratamiento, los exámenes arrojaron que el cáncer estaba en remisión. Las condiciones de salud de Carla, su afición al deporte y la buena disposición que tuvo frente a la enfermedad fueron de gran ayuda en el proceso. 

"Al enterarme de que tenía cáncer me cuestioné por qué me había pasado esto, pero a veces es mejor preguntarse el para qué. Traté de hacer mi vida de la manera más normal posible y no dejarme vencer. El apoyo del doctor y del equipo médico fue fundamental. Sabía que el cáncer no me iba a ganar", expresa la joven.

Recientemente, Carla fue sometida a un nuevo scanner que evidenció que el linfoma había desaparecido, por lo que ahora sólo debe controlarse periódicamente. David Silva, padre de la joven, agradece la atención que recibió su hija durante este período. "Desde que Carla ingresó a la Urgencia, el equipo médico no descansó hasta determinar qué tenía y de tratarla en forma oportuna. Hace 25 años tomé un plan para que mi señora, mis tres hijos y yo nos atendiéramos en Clínica Santa María y no me cabe duda de que fue la decisión correcta", finaliza.

Octubre  2014