Dado que durante los meses de calor existe una mayor cantidad de radiación ultravioleta, es necesario aumentar los cuidados al exponerse al sol. Infórmate sobre cuáles son sus riesgos y cuáles son los beneficios de hacerlo de forma moderada.
La Dra. Irene Araya, dermatóloga de Clínica Santa María, explica que es necesario exponerse al sol para activar los beneficios de la vitamina D –la cual permite metabolizar el calcio necesario para los huesos– y evitar patologías como el raquitismo y la osteoporosis (fragilidad de los huesos), además de prevenir algunos tipos de cáncer.
“La radiación ultravioleta (UV) también mejora el ánimo de las personas y ayuda a tener una mejor disposición contra la depresión al liberar una serie de mediadores que lo producen a nivel cerebral, además de ayudar en tratamientos de enfermedades cutáneas”, añade.
También puede contribuir a mejorar la salud cardiovascular, aumentar las defensas del sistema inmunológico, beneficiar el ciclo saludable del sueño, ya que ayuda a la secreción de la melatonina.
Sin embargo, lo más importante es que esta exposición sea moderada y controlada para generar un equilibrio, que permita obtener las funciones señaladas anteriormente, pero evitando los efectos adversos asociados a la radiación UV. “La idea es recibir luz solar en los horarios de menor radiación –es decir, antes de las 10 de la mañana y después de las 5 de la tarde– y siempre utilizando bloqueador solar factor 30 o superior”, señala la especialista.
Por el contrario, mantenerse expuesto al sol por un largo período y en horarios de mayor radiación –por ejemplo, por motivos estéticos de quienes desean oscurecer su tono de piel–, representa un gran peligro a la salud. “El bronceado es un mecanismo de defensa de la piel ante la exposición no protegida al sol, por lo que no es recomendable desde el punto de vista médico, ya que es un signo de que la piel está siendo atacada. No existe un bronceado seguro”, enfatiza la Dra. Irene Araya.
Por otro lado, al exponerse en forma crónica y repetida a la radiación ultravioleta, la piel puede sufrir fenómenos como el fotoenvejecimiento y la fotocarcinogénesis, a través de la cual la persona puede desarrollar algunos tipos de cáncer, lo que produce daño directo e indirecto a las células de la piel.
Con la colaboración de: Dra. Irene Araya, dermatóloga.