La gastritis es una de las patologías más habituales del verano, principalmente a causa de la mala higiene de los alimentos y el calor. Conoce algunas recomendaciones para evitar dolores estomacales esta temporada.
En vacaciones es común que aumenten los casos de infecciones gastrointestinales que causan diarreas y vómito, esto se debe principalmente a la mala manipulación en el cuidado de los alimentos, que pueden ser portadores de diversos virus, bacterias, parásitos o toxinas.
Hay dos aspectos que influyen en la transmisión de este tipo de patologías cuando suben las temperaturas. Uno es el hecho de ir de vacaciones a lugares en que las medidas de limpieza de la comida no son las óptimas, además de correr el riesgo de consumir agua que no es potable. Un segundo factor es el calor, ya que si se dejan ciertas comidas como postres lácteos, cremas y mayonesas a temperatura ambiente, pueden proliferar bacterias en períodos muy cortos.
“Además, es relevante evitar el consumo de mariscos crudos, ya que las aguas del mar donde se encuentran pueden estar contaminadas y filtran bacterias y toxinas. A raíz de esto, las enfermedades clásicas que podemos ver en verano son la salmonella, hepatitis A e infecciones gastrointestinales en general”, comenta la Dra. Jocelyn Slimming, médico jefe de la Unidad de Gastroenterología de Clínica Santa María.
“Prevenir es muy relevante y las maneras de hacerlo son simples: lavar muy bien los alimentos y frutas, procurar consumir agua potable y mantener refrigerados los productos lácteos, mayonesa, mariscos, etc.”, agrega la especialista.
Síntomas
Los signos más comunes de estas enfermedades gastrointestinales son diarrea, vómitos, dolor abdominal, fiebre y deshidratación. Dependiendo del microorganismo que afecte a la persona, estos pueden ser leves, moderados o graves.
Tratamiento
Si el cuadro es leve, las molestias pueden desaparecer en un par de días y se suele indicar dieta, hidratación y medicamentos orales. Sin embargo, si los síntomas son intensos y además, la persona tiene alguna enfermedad de base importante (diabetes, insuficiencia renal, problemas cardíacos, inmunosupresión, etc.), o bien se trata de menores o adultos de la tercera edad, se debe consultar con un especialista.
“Habitualmente la mayor complicación es la deshidratación, por lo que en casos graves se hace necesaria la hospitalización, donde al paciente se le administra hidratación endovenosa y algunas veces antibióticos”, explica la doctora.
Con la colaboración de la Dra. Jocelyn Slimming, médico jefe de la Unidad de Gastroenterología de Clínica Santa María.