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Pandemia y TEA

Un desafío para muchas familias

Publicado el 31/05/2021

Convivir con el coronavirus ha sido un desafío para la sociedad. Personas de todas las edades se han debido adaptar a los cambios que implica la pandemia: cuarentenas, aislamiento social, teletrabajo, ansiedad, incertidumbre y en algunos casos la enfermedad propia de algún ser querido.

Especialmente en la infancia, es difícil explicar qué es el COVID-19. Los más pequeños han debido aprender a utilizar de manera sorpresiva, las medidas de protección, han entendido que ya no hay clases presenciales y que por algún tiempo deben permanecer en sus casas.

Los niños con Trastorno del Espectro Autista (TEA) son más susceptibles aún a verse afectados por la pandemia, ya que tienen dificultades en la comunicación e interacción social, además de patrones de comportamiento e intereses restringidos y repetitivos. Esto quiere decir, que tienen una comprensión diferente de lo que implica el COVID-19 y por ende, mayor dificultad al romper las rutinas ya establecidas.

"Sorprendentemente a algunos niños les ha venido bien el estar en un ambiente más protegido, más contenido y más estimulados por parte de los padres, sin tener que exponerse a la sociabilización. Pero a la gran mayoría les ha traído dificultades, se han desregulado por falta de terapias, sobreuso de pantallas, alteración del sueño, estrés parenteral, entre otros", indica la Dra. María Trinidad Infante, neuróloga de Clínica Santa María. 

En diferentes estudios científicos, los padres de hijos TEA reportaron aumento en los problemas conductuales, tanto en intensidad como en frecuencia, reflejándose en deterioro en la comunicación, aumento en las estereotipias, mayor agresividad, cambios en el apetito y aparición o exacerbación de TICS. Esto, sumado a cuidadores con emociones negativas, sensación de impotencia y necesidad de soporte.

Algunas recomendaciones que entrega la especialista para ayudar a mantener la salud física e integral de los niños son: 

  1. Hablarle a los hijos sobre el coronavirus de acuerdo a su nivel de funcionamiento: pude ser de ayuda apoyarse con imágenes, folletos o con el terapeuta. Limitar la exposición a los medios relacionados con noticias del COVID 19 para no generar mayor angustia.
  2. Generar nuevas rutinas para mantener vida familiar estructurada: se recomienda hacer calendario de actividades, asignando diferentes espacios a cada una y anticipando al niño las tareas del día y sus horarios.
  3. Disminuir nivel de exigencia en torno a objetivos académicos: respetando dentro de lo posible los horarios de clases y de tareas, idealmente en un ambiente de aprendizaje. Aprovechar intereses personales del niño para enseñar distintos temas y el momento en que está más receptivo (habitualmente en la mañana) para las actividades que requieran mayor esfuerzo.
  4. Manejar actividades de juego semiestructurados y juegos terapéuticos e implementar y compartir intereses especiales con los padres.
  5. Dejar tiempo libre: aprovechar permisos especiales para niños con TEA y salir fuera de casa en horarios permitidos.
  6. Cuidar el sueño: mantener la higiene del sueño y establecer límites claros sobre horarios de uso de tecnología y pantallas.
  7. Mantener terapias idealmente presencial o vía online.
  8. Velar por la salud mental de padres o cuidadores: programar descansos y controlar su propia ansiedad, buscando ayuda con especialistas si es necesario.

 

Dra. María Trinidad Infante

Colaboradores: Dr. Felipe Giacaman y Dra. Marcela Pareces