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Síndrome de hombro doloroso

Una patología por sobre uso

Publicado el 07/01/2011

El hombro es la articulación de mayor movilidad del esqueleto, y el dolor de éste es la segunda causa más frecuente de consulta en el área de la Reumatología, después del lumbago. La detección temprana de las patologías que condicionan el síndrome del hombro doloroso, puede prevenir molestos síntomas y un largo tratamiento.

El 25% de la población que consulta por molestias músculo-esqueléticas, se debe al síndrome de hombro doloroso. Como lo indica su nombre, es un cuadro de dolor que se produce en dicha articulación y puede deberse a causas propiamente de esta parte del cuerpo, intracapsulares o extracapsulares, y también por otras razones que por dolor referido pueden llegar a él. Ejemplo de ello son las patologías de columna cervical, hepatobiliar y coronaria.

El Dr. Javier Basualdo, Reumatólogo de Clínica Santa María, explica que “las causas más frecuentes de este cuadro son todas la patologías que tiene que ver con la inflamación de los tendones y bursas del hombro”. Lo más común son, tendinitis y rupturas del manguito rotador, la tendinitis bicipital, bursitis cálcica del hombro, como también inflamaciones articulares de la cavidad articular, como por ejemplo artritis reumatoidea y/o infección.

¿Cuáles son sus causas?
Alrededor de los 40 años, con los esfuerzos laborales o deportivos de forma repetitiva y/o traumas, los tendones comienzan a gastarse y calcificarse, lo que produce inflamación. Las personas que realizan labores repetitivas manuales, se encuentran predispuestas a tener esta patología. “Por ejemplo, quienes cargan peso y hacen fuerza con los brazos elevados (pintores), pueden tener una afección al hombro”, establece el Dr. Basualdo. El 65% de los casos de síndrome de hombro doloroso corresponden a la tendinitis del manguito rotador, donde la persona tiene dolor al abducir y elevar el brazo con arco doloroso entre 70 y 110 grados.

El especialista también agrega que “los pacientes que tienen diabetes o patología tiroidea tienden a tener cuadros más frecuentes de capsulitis adhesiva, conocido popularmente como hombro congelado”. Esta afección se produce debido a la inflamación del tejido periarticular del hombro, ocasionando la retracción de la capsula articular. La capsulitis adhesiva causa inmovilidad del hombro tanto pasiva como activa, además de generar un dolor diurno y nocturno muy severo.

¿Cuál es su tratamiento?
Generalmente, este síndrome es insidioso en su comienzo. Pero hay casos en que el dolor es agudo desde el principio, sobre todo en la bursitis cálcica del hombro, donde el paciente está sano y se levanta con un dolor súbito y severo, con edema, enrojecimiento del hombro y con gran limitación funcional.

“Para cualquiera de las afecciones, en primer lugar se debe buscar aliviar el dolor. Esto se puede hacer con medicamentos orales, antiinflamatorios no esteroidales, con analgésicos y también se pueden utilizar corticoides orales y/o intralesionales (infiltración). Además, es importante la terapia kinésica, realizar ejercicios y aplicar calor local o frío en la zona adolorida. En casos refractarios esta indicada la cirugía”, explica el Dr. Basualdo.

¿Cómo prevenir?
Como medida de precaución, se debe tener siempre cuidado con el manejo de objetos pesados. Pero el Reumatólogo establece que existen formas establecidas de prevención, como por ejemplo evitar:

-Dormir con los brazos por encima de la cabeza.
-Movimientos repetidos del hombro con el codo alejado del cuerpo.
-Trabajar largo rato con los brazos por encima de la cabeza.
-Cargar grandes pesos.
-Forzar el hombro hacia atrás en lugar de desplazar el cuerpo entero.
-Realizar deportes que supongan un esfuerzo para el hombro.

Cuando el dolor ya ha cedido por completo, es necesario continuar realizando los ejercicios durante varias semanas. Por ello, el Dr. Basualdo recomienda consultar precozmente cuando se presenta: 

-Trauma que cause deformidad del hombro. 
-Dolor nocturno y en reposo. 
-Dolor que persiste después de varios días.
-Incapacidad para elevar el brazo.
-Edema y/o hematoma del hombro.
-Signos de infección, incluyendo fiebre, enrojecimiento y calor local.
-Cualquier signo o síntoma inusual. 

“Una persona que no se trata una de las patologías mencionadas, puede terminar en capsulitis adhesiva y dejar el hombro comprometido por varios meses, lo que es tratable pero con una lenta recuperación”, agrega el especialista.

Finalmente, todo paciente con dolor agudo o crónico al hombro debe consultar, al igual que los pacientes que presentan artritis crónica, ya que también pueden tener patologías al hombro que producirán molestias, llegando a convertirse en una capsulitis adhesiva.

Con la colaboración de: Dr. Javier Basualdo, Reumatólogo de Clínica Santa María.