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Nódulos de la tiroides

¿Cuándo es necesario extirparlos?

Publicado el 05/08/2011

Aunque sólo entre un 3 y un 5% de los nódulos son cancerígenos y más de un 80% benignos, es importante conocer más sobre este tipo de cirugía encargada de remover los tumores en la tiroides.

La mayoría de las enfermedades de la glándula tiroides se tratan con medicamentos. La resolución quirúrgica se reserva para un mínimo número de ellas, indicándose fundamentalmente en las siguientes ocasiones:

- Si después de un tratamiento médico bien llevado, habitualmente de seis meses, la enfermedad sigue progresando. 
- Cuando un Hipertiroidismo no responde al tratamiento médico.
- Cuando hay nódulos en la glándula y se sospecha, o bien hay certeza, de que son malignos.

La cirugía es una técnica resolutiva bastante estandarizada, segura y con bajos índices de complicaciones en manos de un especialista idóneo (Cirujano de Cabeza y Cuello). Éstas llegan a valores de entre un 1 a un 5% de los casos y la mortalidad es insignificante (aproximadamente un 0,03%).

Para entender mejor, es necesario responder algunas preguntas sobre la enfermedad más frecuente de la tiroides: los nódulos tiroideos.

¿Qué es un nódulo tiroideo?

Es la presencia de un tumor (aumento de volumen) en esta glándula, producto de la duplicación anormal de algunas células tiroideas. Aunque la gran mayoría de los nódulos son benignos (no cancerosos), una pequeña proporción de ellos sí pueden ser cancerígenos. Por esta razón, el estudio está dirigido a descartar un posible cáncer.

¿Cuáles son los síntomas de esta patología?

La mayoría de los nódulos son asintomáticos y se descubren durante un examen médico de rutina o por un auto examen. 

La producción de hormonas suele ser independiente de la presencia de nódulos. Generalmente, esta producción se presenta normal (eutiroideo) siendo poco frecuente su aumento (Hipertiroidismo) o su disminución (Hipotiroidismo). El acrecentamiento en la producción de hormona puede producir síntomas como palpitaciones, agitación, sudoración, insomnio o baja de peso. 

Cuando un nódulo es muy grande, puede causar dificultad para tragar o para respirar si ejerce presión en la tráquea o en el esófago. En ocasiones, si hay invasión del nervio de las cuerdas vocales en un caso de cáncer, se puede producir ronquera.

La presencia de nódulos en la tiroides se calcula en aproximadamente un 10% de la población. De esta cifra, la posibilidad de tener un cáncer es alrededor de un 10%.

Los más frecuentes son benignos (coloideos y neoplasias foliculares). Si uno produce hormona tiroidea independiente de las necesidades del cuerpo, se le llama nódulo autónomo y puede llevar a Hipertiroidismo. Si el contenido del nódulo es líquido o sangre, se denomina quiste de la tiroides.

Se desconoce la causa de aquellos benignos. Se piensa que las alteraciones del yodo en la dieta pueden afectar, ya que la sal está yodada y se está sospechando de ello. Otra teoría es el origen genético.

Diagnóstico

Toda evaluación de uno o varios nódulos de la tiroides requiere de:

- Examen físico realizado por el médico para ver si hay uno, varios o bien presencia de ganglios. También se trata de determinar su tamaño.

- Pruebas sanguíneas de función tiroidea (T4 o tiroxina y TSH o tiroestimulina) para determinar si la función es normal, disminuida o aumentada.

- Ecotomografía tiroidea que indica la presencia de uno o varios nódulos, sólidos o quísticos y de ganglios enfermos. Permite el control de su crecimiento y, además, según su forma se puede sospechar de un cáncer. El diagnóstico de esta patología es histológico (estudio de las células) y, por lo tanto, la ecotomografía no permite su diagnóstico. 

- Biopsia de la tiroides con aguja fina, que es un examen que busca detectar células cancerosas. Es simple de efectuar, no doloroso o muy leve, Y se puede realizar en forma ambulatoria en la sala de ecotomografía. 

La idea es buscar células sospechosas de cáncer y así indicar o descartar la cirugía. En general, se debe realizar en nódulos menores de 25 mm, ya que por sobre esta medida es de indicación quirúrgica, por lo que la punción no está indicada. La muestra es analizada por un patólogo experto. 

Al realizar la punción, alrededor de un 3 a 5% tendrá cáncer y en más del 80% de los casos el resultado será benigno. Es sospechoso cuando no se puede descartar la enfermedad, en esos casos es necesario analizar todo él o los nódulos, por lo tanto la cirugía es necesaria.

La cirugía

Ésta debe ser efectuada idealmente por un especialista denominado Cirujano de Cara y Cuello, especialidad derivada de la Cirugía General de adultos.

La tiroides tiene una forma similar a una mariposa y la operación mínima a efectuarse es la resección de una mitad denominada hemitiroidectomía (cuando existe un nódulo o bocio uninodular se extirpa el lado donde se encuentra, teniendo en lo posible certeza de que es benigno, de lo contrario hay que extirpar toda la tiroides). Si hay presencia de más de un nódulo (bocio multinodular) se procede a la tiroidectomía total. 

Con la colaboración de: Dr. Rodrigo Hernández, Coordinador de Cirugía de Cara, Cuello y Plástica Máxilo Facial de Clínica Santa María.