El asma es una enfermedad inflamatoria crónica de los bronquios que predispone a crisis de tos, sensación de falta de aire o dificultad respiratoria. Esto suele ocurrir debido a una reacción exagerada de los bronquios ante factores gatillantes, principalmente factores ambientales, muchos de ellos del hogar, como polvo, caspa de animales, humo y aerosoles ambientales . Si tu hijo(a) es asmático, sigue estos sencillos consejos en tu hogar para evitar una crisis.
- Evita el uso de alfombras. Limpia el piso con aspiradora y/o trapo húmedo –el niño debe permanecer fuera de la habitación cuando se realiza la limpieza–.
- Lava frecuentemente las frazadas, cortinas y peluches, aunque es ideal evitar este tipo de juguetes.
- Ventila las habitaciones, sobre todo donde el menor duerme o pasa gran parte de su tiempo.
- Las mascotas deben permanecer fuera del hogar. Báñalas una vez a la semana.
- No fumes dentro de la casa y usa calefacción no contaminante. La leña, el carbón y la parafina son muy perjudiciales.
- No utilices desinfectantes ambientales, pinturas o productos de limpieza sin una adecuada ventilación, tampoco si el pequeño está presente.
No olvides que un niño asmático debe acudir al especialista dos veces al año y al menos cada tres meses si está medicado. Seguir el tratamiento en forma adecuada es fundamental para controlar la enfermedad y prevenir la aparición de síntomas.
Con la colaboración de: Dr. Agustín León, médico broncopulmonar infantil de Clínica Santa María.