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Semana de la Inmunización

Cinco mitos y verdades de las vacunas

Publicado el 25/04/2016

Que pueden tener efectos adversos, que están asociadas al autismo y que los niños generan defensas naturales, son algunos de los argumentos para cuestionarlas. Sin embargo, su consolidación ha significado una caída radical de la mortalidad infantil por enfermedades infectocontagiosas, siendo altamente recomendadas por los profesionales de la salud e incluso muchas obligatorias. Conoce qué tan reales son estos temores.

Antiguamente la población moría principalmente de enfermedades infecciosas que costaban la vida de un gran porcentaje de niños y recién nacidos. Hoy los especialistas han logrado proteger a la población mundial mediante la implementación de vacunas, evitando así muertes, enfermedades, secuelas y en algunos casos algunos tipos de cáncer.

Sin embargo, hoy abundan diversas teorías que generan incertidumbre con respecto a los beneficios que trae su uso. La Dra. Juana Zamorano, pediatra infectóloga de Clínica Santa María, desmitifica y despeja las dudas:

  1. No vacunar puede ocasionar la muerte

Verdadero. Es fundamental que los padres vacunen a sus hijos, de lo contrario, el niño se encontrará expuesto a contraer enfermedades infecciosas que pueden ser invalidantes y, que incluso, pueden ser fatales. Un ejemplo de esto son las vacunas contra agentes de la meningitis bacteriana como son vacunas neumococcicas, meningococcicas y contra Haemphilus influenza serotipo B.

  1. Existen riesgos en la utilización de vacunas

Verdadero. Sin embargo, en general, los riesgos de vacunar son menores si se comparan con los beneficios que se obtienen. Las reacciones no esperadas, van desde leves (fiebre, malestar, eritema del sitio de punción y dolor local) a severas (convulsiones, shock anafiláctico, entre otras). Afortunadamente, éstas son extremadamente raras.

  1. Las vacunas pueden provocar autismo en menores

Falso. Las vacunas contenían timerosal, un compuesto derivado del mercurio, que se utiliza para la conservación de la vacuna en el tiempo. Hace más de una década que se planteó esta posibilidad y los investigadores en forma reiterada la han rechazado. El timerosal tiene características diferentes del mercurio, como lo es su rápida eliminación del cuerpo humano. Además los laboratorios productores de vacunas han retirado esta sustancia de la gran mayoría de las vacunas. En la actualidad, se estudia afanosamente cuáles son las causas del autismo, ya que se ha establecido que no tiene relación con las inmunizaciones.

“La experiencia de varios países europeos que no utilizan el timerosal en sus vacunas, ha demostrado que las tasas de autismo se mantienen o incluso aumentan. Por otro lado, la Organización Mundial de la Salud sostiene que no se justifica eliminar el compuesto de la composición de las vacunas”, explica la especialista.

  1. Hay niños que son alérgicos a las vacunas

Verdadero. Se han reportado casos de reacciones alérgicas de pacientes a algunos componentes, no obstante, el desarrollo de la industria ha permitido disminuir significativamente la concentración de los mismos.

Para estos casos excepcionales existen varias alternativas, entre ellas, desensibilizar al paciente, es decir, hacerlo insensible a determinado antígeno.

  1. Las vacunas no son necesarias, debido a que los niños crean defensas naturales

Falso. Al enfrentar a un niño a agentes infecciosos comunes, éste desarrollará la enfermedad y en un plazo de más de 7 días generará la inmunidad o anticuerpos específicos. Sin embargo, existen muchos agentes infecciosos que circulan muy poco o no circulan en el mundo y que acarrean un gran riesgo para un niño no inmunizado. “Un ejemplo de esto es meningitis bacteriana, cuyas cifras de mortalidad pueden llegar a un 40% al no alcanzar a tener anticuerpos. En el caso de virus polio las secuelas son de por vida”, finaliza la especialista.

Con la colaboración de: Dra. Juana Zamorano, pediatra infectóloga de Clínica Santa María.