Muchas veces esta lesión debe ser resuelta a través de una cirugía, lo que genera ansiedad con respecto al tiempo de recuperación, el que puede variar dependiendo de ciertos factores, como edad y peso. Conoce su tratamiento y forma de prevención.
Los meniscos son fibrocartílagos ubicados en el interior de la articulación de la rodilla, cuya función principal es distribuir las fuerzas transmitidas a través de ella y ayudarla a disipar las cargas, además de estabilizar y aumentar su resistencia. “De hecho, se estima que esta zona del cuerpo soporta aproximadamente un 40% del peso que recibe la articulación”, indica el Dr. Hugo Marambio, traumatólogo de Clínica Santa María.
Luego de los esguinces, la rotura de meniscos es la lesión más común de rodilla. El especialista advierte que la rotura de los meniscos se puede producir tanto en personas muy deportistas, mayores de 40 años, que tienen su menisco debilitado producto de la actividad física, como en jóvenes, debido a una torsión o giro de la rodilla.
Los síntomas de este problema son dolor, inflamación e incluso un bloqueo de la rodilla, por lo que su detección no es difícil. En cuanto al tratamiento, éste va a depender de la edad, las características de la lesión y el tipo de paciente. “Se puede resolver con el uso de hielo, antiinflamatorios y rehabilitación kinesiológica en algunos casos, mientras que en otros, va a ser necesario un tratamiento quirúrgico”, explica el especialista.
La operación consiste en una intervención mínimamente invasiva, a través de dos incisiones pequeñas por donde se introducen una cámara y los instrumentos que permiten retirar el tejido dañado de la articulación o realizar una sutura meniscal. “Debido a esto, el tiempo de recuperación es corto, aunque siempre va a depender de la edad del paciente, índice de masa corporal (IMC), nivel de actividad, desarrollo muscular, intensidad del deporte que practica y el tipo de rotura que tenga”, expresa el traumatólogo.
El experto añade que con un diagnóstico oportuno es posible retornar de manera rápida a las actividades diarias, incluso a la segunda semana de realizado el tratamiento. “Por lo tanto, es muy importante que al presentarse alguno de los síntomas clásicos, se consulte prontamente a un especialista, para así tratar el problema de forma expedita y adecuada”, manifiesta.
Prevención
Para evitar que se produzca esta lesión, es importante realizar actividad física con una preparación adecuada. “Si va a hacer un deporte de forma habitual, es importante acompañarlo de ejercicios aeróbicos y de fuerza que preparen a los meniscos para recibir el impacto, evitando que se degeneren o que se llegue a la dolorosa rotura de meniscos”, finaliza.
Con la colaboración de: Dr. Hugo Marambio, traumatólogo de Clínica Santa María.