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Conoce la solución definitiva

¿Qué hacer ante una uña encarnada?

Publicado el 23/07/2017

Con las estaciones frías, volver a utilizar zapatos cerrados puede resultar incómodo e incluso doloroso para quienes tienen este problema. Infórmate sobre sus causas y su tratamiento.

Si la piel que rodea una uña del pie presenta enrojecimiento, inflamación y dolor, probablemente se trate de una uña encarnada. Esto ocurre cuando el borde de la uña, al crecer, se entierra en la piel causando un aumento del tejido lateral de la uña, lo que produce un proceso inflamatorio crónico llamado granuloma –protuberancia formada por vasos sanguíneos– que sangra y duele al caminar. A la larga, esto puede ocasionar una infección en el dedo.

El Dr. Iván Jara, dermatólogo de Clínica Santa María, detalla que la principal razón de que se encarne una uña –principalmente en el dedo pulgar del pie– es por cortarlas de forma ovalada y no recta como debe ser, sin dejar espacio entre la uña y la piel. “Sin embargo, también puede estar ocasionada por onicomicosis, hongos que ponen la uña amarilla y la engruesan, y por traumas a raíz de zapatos muy apretados”, añade el especialista.

En general, es la primera vez que ocurre y el problema es leve, los especialistas la tratan a través de antibióticos y antiinflamatorios que alivian el dolor y deshinchan la zona afectada. “Sin embargo, al tratarse de la segunda vez que se encarna la uña o de una situación más grave, en que la persona no puede caminar con tranquilidad y no logra una mejora con remedios, es necesario realizar una operación para solucionar el problema”, explica.

Cirugía de uña encarnada

Este procedimiento es simple, ambulatorio, con anestesia local y dura aproximadamente 30 minutos. Primero, se saca parcial o totalmente la uña involucrada para luego limpiar la zona a través del quemado o raspado del tejido inflamado.

“En la mayor parte de los casos, se trata de retirar parcialmente la uña, es decir, sólo la parte que está directamente en conflicto con la piel ya que, luego de la operación, lo más complicado y doloroso es el proceso en que no hay uña y el lecho ungueal –donde va la uña– se encuentra en contacto directo con el aire”, explica el Dr. Jara.

Una vez realizada la cirugía, al paciente se le recetan antiinflamatorios durante 10 días. Además, debe realizarse curaciones cada tres o cuatro días y se le indica el uso de una bota de reposo –para evitar que el dedo roce con los zapatos– durante 2 semanas. “Luego de 15 días, la persona ya debería poder utilizar zapatos normales y después de un mes podría realizar deporte”, manifiesta el experto.

Sin embargo, pasado ese período, el paciente debe continuar con los cuidados hasta que la uña vuelva a crecer completamente a través de masajes del lecho ungueal y utilizando zapatos lo más sueltos posibles. “Es muy importante educar al paciente para que logre que la uña crezca en la dirección correcta y no se vuelva a encarnar”, finaliza el dermatólogo de Clínica Santa María.

Con la colaboración de: Dr. Iván Jara, médico coordinador Unidad de Dermatología de Clínica Santa María.