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Problemas de visión en menores

¿En qué consisten y cuándo consultar?

Publicado el 22/12/2017

Pasar mucho tiempo leyendo o en el computador pueden empeorarlos. Sin embargo, el factor genético también influye en el desarrollo de problemas de visión. Por ello, si hay antecedentes familiares es fundamental evaluar a los niños a partir de los cuatro años, aunque no tengan síntomas aparentes.

Aproximadamente el 20% de los niños chilenos tiene algún vicio de refracción, siendo el primer motivo de consulta al oftalmólogo en el país. “Corresponden a hipermetropía, miopía y astigmatismo, siendo éste último el más frecuente en la población infantil, con un 63%”, menciona la Dra. Claudia Varela, oftalmóloga del Centro Médico Clínica Santa María La Dehesa.

Estos problemas no aparecen necesariamente desde una edad temprana, sino que se pueden manifestar en la época escolar o adolescencia -como miopía- o ya en la adultez -como hipermetropía-. “De hecho, también pueden pasar desapercibidos, especialmente cuando hay compromiso de un solo ojo”, agrega.

Por esto, es fundamental realizar chequeos en edad precoz, para realizar los tratamientos de forma oportuna y velar por el buen funcionamiento del sistema visual en la adultez, además de evitar problemas de aprendizaje en el colegio. “Los padres deben realizar las revisiones a sus hijos a partir de los cuatro años aunque no presenten síntomas y luego cada 2 o 3 años, según los hallazgos o antecedentes familiares”, explica la Dra. Varela.

¿Cuáles son los vicios de refracción?

1. Hipermetropía: Dificulta la visión de objetos que están cerca y -cuando es más severa- los que están lejos. Se produce porque la córnea es más plana y, por lo tanto, la imagen enfocada se forma detrás de la retina y no en ella, como sucede en las personas sin problemas a la vista.

2. Miopía: Produce una visión borrosa o poco clara de los objetos lejanos, haciendo que la persona tenga que acercarse para ver nítidamente. Se genera por una curvatura excesiva de la córnea que hace que las imágenes de las cosas se formen delante de la retina.

3. Astigmatismo: Al tener esta patología, la imagen no puede ser enfocada con nitidez ni de lejos ni de cerca, lo que es causado porque la curvatura de la córnea no es regular, lo que genera una distorsión de la figura que se observa.

Síntomas y tratamiento

Se debe sospechar la existencia de alguno de estos vicios de refracción cuando el niño tiene síntomas y signos provocados por el esfuerzo visual. “Éstos pueden ser ojos rojos, blefaritis o inflamación de los párpados, guiños, lagrimeo, cansancio al leer, acercamiento a los objetos, torpeza, falta de coordinación fina o motricidad fina, estrabismo, mal rendimiento escolar y también cefalea, esta última sobre todo en la hipermetropía”, indica la especialista.

El tratamiento se realiza a través del uso de anteojos en la niñez mientras que después de los 10 años, y dependiendo de cada menor, se pueden ocupar lentes de contacto. “A partir de los 20 años y una vez que el defecto se haya estabilizado, se puede evaluar la cirugía Lasik, pero siempre dependiendo de cada caso”, finaliza la Dra. Varela.

Clínica Santa María sabe que tu salud no puede esperar. Por ello, si no encuentras una hora médica con el especialista que necesitas, puedes escribir a gestiondehoras.dehesa@clinicasantamaria.cl y te ayudaremos.

Con la colaboración de: Dra. Claudia Varela, oftalmóloga del Centro Médico Clínica Santa María La Dehesa.