Las várices son dilataciones venosas en extremidades inferiores, causadas por insuficiencia del sistema venoso superficial y exponen a los pacientes portadores a síntomas como pesadez, edema, calambres y, en etapas más avanzadas, a úlceras venosas o trombosis.
La insuficiencia venosa es una enfermedad frecuente en Chile y en el mundo. Estudios demuestran que el porcentaje de várices en la población general varía entre un 7 a 40%, siendo en general más frecuente en mujeres. En cuanto a los pacientes con úlcera venosa activa o cicatrizada el porcentaje gira en torno al 1%. Dicho porcentaje pude aumentar hasta 4% conforme aumenta la edad de la población.
El estado de insuficiencia venosa crónica implica que la sangre en las extremidades inferiores presenta reflujo, causando un aumento en la presión venosa ambulatoria, lo cual provoca dolor, edema (hinchazón) y cambios de coloración en la piel.
Factores de riesgo
La edad es un conocido factor asociado, dado que la prevalencia de problemas venosos en extremidades inferiores aumenta con la edad. En cuanto al sexo, la mayoría de los estudios dan a las mujeres una mayor prevalencia del problema.
La herencia también es un factor de riesgo conocido para insuficiencia venosa crónica, siendo mucho más probable de adquirir si ambos padres presentan el problema. Otros factores asociados tienen que ver con la postura o puesto de trabajo, la obesidad y el embarazo.
Síntomas
En cuanto a los síntomas, el paciente referirá cansancio y pesadez de sus extremidades inferiores, edema y presencia de venas visibles en éstas (telangectasias, reticulares o venas varicosas). En etapas avanzadas puede haber cambios de coloración de la piel o úlceras varicosas.
Exámenes
La ecografía Doppler color o “dúplex” es el método de elección para evaluar un paciente con insuficiencia venosa crónica. Sus principales atributos son el de ser no invasivos, repetible en el tiempo y relativamente de bajo costo en comparación con otros estudios.
El dúplex entrega importante información acerca de la presencia de obstrucción de los sistemas venosos y acerca de la presencia de reflujo.
Tratamiento
El tratamiento de las várices e insuficiencia venosa es médico-quirúrgico.
La terapia médica consiste en la corrección de los factores agravantes de las várices (por ejemplo, obesidad), la elastocompresión (mayormente con medias elásticas compresivas) y la terapia farmacológica en casos seleccionados.
La terapia quirúrgica busca corregir el factor causal de las várices, que es la insuficiencia de los ejes venosos superficiales (venas safenas). Para este tipo de tratamiento hoy en día se cuenta con una variedad de técnicas quirúrgicas que van desde la safenectomía por invaginación hasta las técnicas actuales con láser (con fibra radial doble anillo) o radiofrecuencia de la vena safena. Estas últimas técnicas también llamadas de termoablación (debido a que producen su efecto en la vena a través del calor) producen menor dolor, menor equimosis, menor estadía hospitalaria y un mejor resultado cosmético en el tratamiento de la insuficiencia venosa.
Clínica Santa María es pionera en la implementación de nuevas técnicas de ablación de la vena safena y actualmente cuenta con los métodos más modernos para tratar a los pacientes que padecen de insuficiencia venosa y várices.
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