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Rebeca Castro

“Estaré eternamente agradecida de los médicos de Clínica Santa María”

Luego de vivir por más de 40 años con dolor en las rodillas, expertos de la Institución pudieron darle solución al problema de salud de Rebeca Castro, originado por una malformación y artrosis, mediante una cirugía de alta complejidad.

Rebeca tiene 55 años y es de Puerto Natales. A los 16 años consultó por la alteración de su rodilla con el único especialista que había en Punta Arenas. “Me diagnosticó de genu valgo, una deformidad, y me dijo que había que operar. Me cortaron en fémur y me pusieron clavos y grapas, estuve seis meses enyesada, quedé sin poder doblar la rodilla, lo que me limitaba mucho en mi diario vivir”, relata.

Años después fue sometida a una nueva operación, le sacaron algunos de los clavos, lo que mejoró su calidad de vida significativamente. Empezó a disfrutar de las actividades al aire libre, como acampar, andar a caballo y caminar.

Sin embargo, hace alrededor de ocho años, Rebeca volvió a sentir mucho dolor. Debido a la falta de especialistas en Puerto Natales, decidió irse a tratar a Río Turbio, un pueblo argentino que le quedaba más cerca que cualquier lugar de nuestro país. El tratamiento indicado fueron inyecciones de ácido hialurónico, las que fueron muy efectivas durante seis años, hasta que el dolor reapareció con fuerza.

Decidió volver a consultar en su ciudad natal, donde había una lista de 8 meses a un año de espera. “En noviembre de 2018, recibí un llamado del hospital, había una ronda médica de la Fundación Acrux con la colaboración de especialistas de Clínica Santa María y estaban interesados en mi caso”, recuerda Rebeca.

“Ella necesitaba especialistas de alto nivel para poder hacer una cirugía como la que se requería. Por eso, le dije que cuando fuera a Santiago nos visitara. Sabía que podríamos ayudarla”, explica el Dr. Javier González, traumatólogo y Director Médico de Clínica Santa María.

Rebeca llegó esperanzada a la capital. Una vez en la Institución fue derivada con el Dr. Hugo González, jefe de la Unidad de Cirugía de Rodilla. “Nos dimos cuenta que con el tiempo había desarrollado una artrosis producto de la alteración de la angulación de su extremidad en la que hubo sobrecarga, llegando a una situación de artrosis avanzada con exposición de hueso. Esto limitaba su vida cotidiana y tenía muy comprometida su calidad de vida”, manifiesta el especialista.

El equipo médico de la Clínica le realizó una cirugía de corrección de eje, haciendo un corte a nivel del fémur, luego una fijación del hueso y después de corregida la deformidad, y en la misma operación, le pusieron una prótesis total de rodilla.

Rebeca Castro, dice estar eternamente agradecida de los médicos de la Institución, quienes fueron voluntariamente a atender pacientes al sur de nuestro país, se interesaron en su caso y de forma altruista le ofrecieron solucionar su problema de salud que la acompañó por años.

El Servicio de Traumatología y Ortopedia de Clínica Santa María está enfocado en tratar patologías del sistema osteomuscular de niños y adultos. Los especialistas de nuestra Institución están capacitados para atender a personas de todas las edades, cada uno de ellos posee vasta experiencia y una subespecialidad. Cuenta con especialistas en mano, columna, cadera, pelvis, rodilla, tobillo, pie, tumores, medicina deportiva, entre otros.





Septiembre 2019

erika morales

Erika Morales

"Retomé la rutina que un día creí perdida"

Erika Morales se consideraba una mujer físicamente activa. Así lo fue hasta que comenzó con fuertes e invalidantes molestias en la espalda, hace dos años y medio. Después de someterse a una cirugía de columna con ayuda del sistema O-ARM®, retomó sus tareas como dueña de casa, volvió al gimnasio y recuperó la energía y vitalidad de una mujer de 45 años.

A mediados de 2013, Erika comenzó a sentir dolor en la espalda, episodios que se repetían cada vez con mayor frecuencia e intensidad. En Calama, ciudad donde vive, le diagnosticaron lumbago. Al comienzo, le dieron medicamentos y posteriormente le hicieron dos infiltraciones, procedimiento que permite aliviar el dolor, pero no lo curan.

Dos años y medio después, y en vista de que los tratamientos ya no surtían efecto, su médico tratante le sugirió buscar ayuda con un especialista en Santiago. Entonces, eligió a Clínica Santa María para una segunda opinión y fue el lugar donde encontró una solución definitiva a su problema. “Los dolores me invalidaron mucho”, reconoce. A tal punto que tuvo que dejar de lado los quehaceres del hogar, su estilo de vida se volvió sedentario por lo que aumentó de peso.

En noviembre de 2015 consultó con el Dr. Cristián Santos, traumatólogo especialista en columna de Clínica Santa María, quien le solicitó una serie exámenes para evaluar su caso. “Fue todo muy rápido. Estuve cinco días haciéndome exámenes y tres semanas después me operaron. Al doctor le sorprendió mucho que lograra mantenerme de pie con los dolores de espalda que tenía”, recuerda.

El nuevo diagnóstico de Erika fue estenosis lumbar, una estrechez en la columna que le presionaba los nervios y le provocaba molestias en la espalda, las que en el último tiempo se extendían hasta la pierna derecha. “Apenas podía caminar”, dice. Sin embargo, así como aún guarda en su memoria esos sufridos años, también recuerda a la perfección el día después de la operación: “Fue increíble. No tenía dolor, sólo el malestar esperable por haberme sometido a una cirugía compleja en la espalda, pero nada más”, cuenta.

La operación se realizó con asistencia del sistema móvil O-ARM®, una plataforma intraoperatoria que entrega una visión más clara del interior de la columna, y permite que la cirugía sea más segura, rápida y menos invasiva. A cuatro meses, Erika realiza con normalidad sus actividades. “Gracias a la intervención retomé la vida que un día creí perdida. Me sentía como una persona mayor, pero volví a tener 45 años. Estoy muy contenta y agradecida”, finaliza.

Mayo 2016

CRISTIAN

Estadísticas mundiales y nacionales demuestran que el dolor lumbar es muy frecuente. Afecta aproximadamente a un 85% de los trabajadores menores de 40 años, y más del 30% de las consultas al traumatólogo son producto de esta causa. El mayor problema de las patologías de columna es que limitan la movilidad, como en el caso de Erika Morales, pero en cuadros más severos la persona afectada puede quedar completamente inmovilizada por el dolor.

En la actualidad, los tratamientos quirúrgicos para resolver estas patologías apuestan por procedimientos mínimamente invasivos. “O-ARM es un equipo que permite realizar intervenciones con menor riesgo de complicaciones para el paciente. Basta con hacer una pequeña incisión en la piel para introducir los instrumentos y, mediante el neuronavegador, saber dónde se encuentra en forma exacta la lesión de la columna”, afirma el Dr. Cristián Santos.

Esta Tecnología funciona en base a un escáner portátil, el que por medio de una antena que se instala en el paciente va enviando imágenes en tiempo real, en 3D y en alta resolución al equipo de neuronavegación.

Todo esto a través de sensores que se comunican con él. Todos los implementos que serán utilizados en la cirugía también están conectados al sistema, por lo que O-ARM va localizando con exactitud dónde están ubicados al interior columna, permitiendo una manipulación más precisa por parte de los cirujanos. Además se puede utilizar en variadas cirugías de columna, sobre todo en aquellas que implican el implante de prótesis.

El equipo de Cirugía de Columna de Clínica Santa María ha realizado 78 cirugías lumbares asistidas con esta tecnología. También ha sido utilizada en intervenciones de Otorrinolaringología y Neurocirugía con excelentes resultados. Esta plataforma multidimensional permite que las operaciones sean más seguras y rápidas, y también reduce la radiación a la que se expone, tanto el paciente como el equipo médico, durante una intervención de este tipo.

Dr. Cristián Santos, Traumatólogo Especialista en Columna de Clínica Santa María.

traumatologia

Verónica Guerra y su hija Amparo

“Un juego inofensivo puede convertirse en un accidente ”

Amparo, de seis años, fue a la plaza con su gemela y algunos amigos. "Estaban en un palafito de madera y cayó desde un metro y medio de altura. Afortunadamente, no perdió el conocimiento, pero el golpe fue muy fuerte y se quejaba de mucho dolor en el brazo", cuenta Verónica Guerra, mamá de las niñas.

Verónica no estaba al momento del accidente, por lo que coordinó el traslado de la pequeña con Rodrigo, su marido. “Le dije que la llevara a una clínica cercana, pero él insistió en que fuéramos a Clínica Santa María. En ese momento recordé que teníamos el Convenio Escolar y quedamos de encontrarnos en la Urgencia. Yo llegué primero y di aviso del accidente, por lo que la atendieron de inmediato. Todos fueron muy ágiles”, recuerda.

Amparo fue evaluada por un pediatra, le administraron analgésicos para calmar el dolor y le hicieron radiografías para determinar la gravedad de la lesión. El Dr. Marcial Ibarra, traumatólogo de Clínica Santa María, confirmó que tenía una fractura importante en el antebrazo y requería cirugía.

“Fue todo muy rápido y expedito, le aliviaron las molestias y a las pocas horas fue operada. El equipo médico mostró mucha preocupación por mi hija y eso se valora mucho”, explica.

Verónica contrató el Convenio hace cuatro años, ya que Rodrigo -su hijo de 13 años- tenía accidentes deportivos de manera frecuente. “Siempre sufría lesiones en los dedos de las manos y los pies, jugando básquetbol o fútbol, por lo que era bien recurrente vernos en la Urgencia. En una de esas ocasiones, un doctor nos recomendó el Convenio Escolar e inscribimos a nuestros cuatro hijos. Fue la mejor decisión”, explica.

Lo que se constató al día siguiente cuando volvieron a la Urgencia Escolar. Esta vez, Rodrigo sufrió una caída en motocicleta y se fracturó dos costillas. Al igual que Amparo, recibió atención integral desde la primera atención hasta su recuperación.

“Un juego inofensivo puede convertirse en un accidente, por eso es fundamental tener protección. Nunca piensas en una situación como ésta y, en menos de 48 horas, dos de nuestros hijos fueron a la Urgencia. Contar con el Convenio Escolar es un gran respaldo, no sólo desde el punto de vista económico, sino porque también nos da tranquilidad”, finaliza Verónica.

Marzo 2016

eduardo

Si bien no existen estadísticas oficiales sobre el número de accidentes provocados en juegos infantiles, constituyen una de las atenciones más frecuentes en los servicios de urgencia. Las consultas, en general, son por lesiones de menor magnitud, otras requieren cirugía como en el caso de Amparo Pavez, y algunas pueden llegar a ser de gravedad, poniendo en riesgo vital al menor afectado.

“Las lesiones en las extremidades son las más comunes, como esguinces de tobillo, fracturas en codo y antebrazo. También pueden producirse lesiones en la columna cervical y traumatismos encéfalo-craneanos, con graves secuelas, sobre todo en menores de cinco años”, explica el Dr. Eduardo Díaz.

El Convenio Escolar de Clínica Santa María otorga atención integral a sus afiliados en caso de accidentes de origen traumático, las 24 horas del día, los 365 días del año. Para ello, cuenta con el respaldo y garantía de un equipo de profesionales altamente calificados, la más avanzada tecnología y una Urgencia Escolar Exclusiva. 

Su cobertura es de un 100% en atenciones de urgencia, ambulatorias y hospitalizaciones, con tope de hasta $22.000.000 por accidente y abarca desde la primera atención hasta la completa recuperación del paciente, considerando los controles en los distintos Servicios de la Clínica. Además, el Convenio Escolar dispone de un Sistema de Rescate Aéreo, servicio que permite dar soporte prehospitalario a todas las personas accidentadas o con riesgo vital que se encuentren en zonas distantes a la Clínica. Este beneficio es completamente gratuito para sus afiliados. 

Dr. Eduardo Díaz, Médico Coordinador Convenio Escolar, Clinica Santa María. 





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Miriam Pérez, madre de Nicolás Acuña 

“Tener la protección del Convenio Escolar es un gran respaldo para nuestra familia”

Un grave accidente automovilístico pudo cambiar la vida de Nicolás Acuña y Miriam Pérez, su madre. Afortunadamente, el menor cuenta con el Convenio Escolar, por lo que tras el aviso al Servicio de Urgencia Escolar fue trasladado en helicóptero desde Rancagua hasta Clínica Santa María.

No es fácil para Miriam recordar el día 26 de diciembre pasado. Iba manejando al sur junto a Nicolás, su único hijo de siete años, cuando en un momento de descuido -en que el menor había desabrochado su cinturón de seguridad- perdió el control de su vehículo y se volcó bruscamente. Miriam resultó sin lesiones mayores. Sin embargo, el pequeño no corrió la misma suerte, ya que sufrió un fuerte impacto en la cabeza, además de una fractura en el brazo izquierdo.

"Nicolás estuvo sin conocimiento los primeros minutos. Luego despertó llorando y quejándose de fuertes dolores. De inmediato se acercaron personas a ayudarnos, después llegó bomberos y carabineros, quienes lograron sacar a mi hijo que estaba atrapado en el auto y nos trasladaron a un hospital en Rancagua", recuerda.

En el lugar, se estableció que era necesario llevarlo a un centro altamente especializado en el que pudieran evaluarlo y tratar la fractura. “Hace dos años contamos conel Convenio Escolar, por lo que mi familia -que ya había llegado al hospital- informó del accidente y solicitó el traslado en helicóptero hasta la Clínica”, cuenta la madre.

De esta manera, Nicolás llegó a la Urgencia Escolar de Clínica Santa María. Su cerebro estaba muy inflamado producto del golpe, ingresando con diagnóstico de traumatismo encéfalo craneano (TEC) grave en evolución, policontuso y una fractura compleja segmentaria de húmero izquierdo.

Luego de ser estabilizado desde el punto de vista hemodinámico y con la autorización neurológica correspondiente, ingresó a Pabellón para operar la fractura del brazo.“Los primeros días fueron críticos. Los especialistas, muy honestos, nos explicaron que harían todos los esfuerzos para salvar a nuestro hijo, sin embargo, Nicolás corría riesgo vital, por lo que debíamos ser pacientes”.

Así, el menor permaneció en coma inducido durante cuatro días en la Unidad de Paciente Crítico Pediátrico,a la espera de que se normalizara su condición de salud, tiempo tras el cual comenzó a evolucionar satisfactoriamente. Hoy, a poco más de dos meses del accidente, hace su vida en forma normal, está a la espera de que le retiren las placas que le instalaronen el brazo para reparar la fractura y no tiene ningún tipo de secuela neurológica.

“El rescate en helicóptero fue clave para salvar la vida de mi hijo y trasladarlo sin perder tiempo hasta Clínica Santa María.Uno nunca está libre de sufrir un accidente, por lo que tener la protección del Convenio Escolar es un gran respaldo para nuestra familia”, finaliza Miriam.

Marzo 2015

EDUARDODIAZPINO

En Chile, los accidentes de tránsito constituyen una de las principales causas de muerte, sobre todo en la población infantil.Ante un evento de este tipo el tiempo de rescate es vital, ya que el pronóstico y las posibles complicaciones se relacionarán directamente con la rapidez que se reciba atención en un centro asistencial.

“El caso de Nicolás Acuña confirma la importancia de actuar con prontitud al trasladar a un paciente en graves condiciones hasta un centro de máxima complejidad como Clínica Santa María, donde la evaluación inicial permitió la estabilización hemodinámica y descartar la participación neuroquirúrgica para resolver su grave fractura de húmero, manejar el trauma abdominal y el TEC en forma satisfactoria”, explica el Dr. Eduardo Díaz, médico coordinador del Convenio Escolar.

El Convenio Escolar de Clínica Santa María dispone de un Sistema de Rescate Aéreo para dar soporte prehospitalario a las personas accidentadas que se encuentren en zonas distantes a la Clínica. Este beneficio es completamente gratuito para sus afiliados en caso de riesgo vital.

“Haber contado con un traslado en helicóptero rápido y con una atención de urgencia inmediata y profesional permitió que Nicolás no tenga secuelas neurológicas y pueda desarrollar una vida normal”, enfatiza el Dr. Díaz.

El Convenio Escolar otorga atención integral a en caso de accidentes de origen traumático, las 24 horas del día, los 365 días del año. Para ello, cuenta con una Urgencia Escolar Exclusiva, atendida por un equipo de profesionales altamente calificado y la más avanzada tecnología.

Así también, cubre un 100% de las atenciones de urgencia, ambulatorias y hospitalizaciones -desde la primera atención hasta la completa recuperación del paciente-, considerando los controles en los distintos Servicios de la Clínica, con un tope de hasta $22.000.000 por accidente.

Dr. Eduardo Díaz, Médico Coordinador Convenio Escolar, Clinica Santa María. 


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Bethsabé Poblete

"Siempre supe que estaba en manos de expertos"

Cursaba primer año de Enfermería cuando un tumor benigno en la cadera obligó a Bethsabé Poblete (19) a congelar su carrera. Gracias a la experiencia del equipo de traumatólogos de Clínica Santa María, la joven fue operada en forma exitosa. 

“Hace un año, iba caminando y sentí un `pinchazo` en la cadera. Pensé que era un calambre y no le presté atención, de hecho, lo atribuí a que siempre usaba tacos muy altos”, recuerda Bethsabé. Un par de meses después, sus molestias aumentaron y la sensación de `pinchazo` se transformó en un dolor agudo. Por esta razón, visitó a un traumatólogo, quien tras analizar el resultado de una resonancia magnética le explicó que tenía una fractura en la cadera, la que requería un par de semanas de reposo relativo. 

No obstante, en vez de disminuir, los dolores de Bethsabé se intensificaron. “Llegó un momento en el que, incluso con analgésicos, no podía dormir en la noche. Pese a esto, no seguí controlándome, esperando que el dolor pasara”, confiesa. Tras sufrir una caída en que se golpeó la cadera, la joven fue atendida en la Urgencia Escolar de Clínica Santa María, donde llegó con un insoportable dolor en la zona. Luego de realizar todos los exámenes necesarios, se determinó que la fractura persistía, por lo que se indicó reposo absoluto por dos semanas. 

Transcurrido este plazo, la joven fue sometida a un scanner, que evidenció la presencia de un osteoma osteoide en la zona del cuello femoral. “Cuando me enteré de la noticia se me vino el mundo encima, no pensé que podía tratarse de un tumor. Sin embargo, aunque era benigno, el doctor fue enfático en afirmar que era necesario operarlo”, cuenta Bethsabé.

De esta forma, la paciente fue derivada con el Dr. Eduardo Díaz, especialista en cirugía de cadera y tumores óseos. “El doctor me explicó que mi caso era poco frecuente, ya que este tipo de tumor es común en zonas como la espalda o las muñecas, pero no en la cadera”, recuerda. Además, el traumatólogo le propuso realizar una cirugía mínimamente invasiva, mediante una técnica artroscópica, que tenía escaso reporte a nivel mundial y ninguno en el país. La joven no lo dudó y aceptó esta alternativa. 

La cirugía se programó para mediados de agosto. “La noche anterior a la intervención tuve que dejar de tomar los analgésicos, por lo que sentí dolores realmente fuertes, a lo que el Dr. Díaz comentó: `Acuérdate bien de ellos, porque desde mañana no deberías volver a tenerlos`”, recuerda. 

Tras la operación, la estudiante no volvió a sentir dolor en la cadera y el tumor fue extirpado por completo. Hoy, se encuentra en recuperación, hace una vida normal, en un par de meses volverá a realizar actividad física deportiva y el próximo año retomará sus estudios. 

“Estoy muy agradecida de la oportunidad que me dieron y de las facilidades para operarme en Clínica Santa María. El Dr. Díaz y todo el equipo médico me entregó plena confianza y siempre supe que estaba en manos de expertos”, finaliza la joven.

Noviembre 2014

EDUARDODIAZPINO

El osteoma osteoide es un tumor óseo benigno con un nido de menos de 2 cm, rodeado por una zona de hueso reactivo. Puede afectar a cualquier persona, pero es levemente más común en hombres jóvenes y en niños, y se presenta con mayor frecuencia en huesos largos, como el fémur y la columna posterior. Por esta razón, el caso de Bethsabé era muy particular.

“Cuando una persona joven y deportista tiene este tipo de molestia en la cadera, normalmente se diagnostican tendinitis o lesiones por sobrecarga, como el edema óseo o las fracturas por stress. En general, basta con reposo y medicamentos, y en ocasiones kinesioterapia, para lograr la disminución de la sintomatología. No obstante, un estudio más exhaustivo -mediante un scanner-, mostró que la paciente tenía un tumor en el cuello femoral”, explica el Dr. Eduardo Díaz, traumatólogo especialista en cirugía de cadera y tumores óseos. 

Los síntomas de esta patología incluyen dolor sordo y aumento de la temperatura de la piel, malestares que no ceden hasta resecar el tumor, procedimiento que se puede efectuar con diferentes técnicas. La opción clásica es una cirugía abierta, que implica una gran incisión y la desinserción de los músculos para llegar al lugar, abordar el hueso y extraer el tumor en forma completa.

Una alternativa más innovadora, particularmente en el caso del osteoma osteoide en el cuello femoral, es la resección bajo visión artroscópica (visión directa). “Se trata de un procedimiento mínimamente invasivo, que se realiza a través de dos pequeñas incisiones y que, además, permite evaluar otro tipo de lesiones intraarticulares. Por esta razón, nos pareció la mejor alternativa para la paciente”, explica el Dr. Díaz. De esta manera, con la cirugía fue posible determinar que las molestias de la joven estaban completamente relacionadas con el tumor y que no presentaba otras estructuras lesionadas en la cadera.

Cabe destacar que existe escasa literatura a nivel mundial sobre este procedimiento y es primera vez que se realiza en Clínica Santa María. Recientemente, el caso de Bethsabé Poblete fue presentado por el Dr. Díaz en un Congreso Internacional de la especialidad, cumpliendo uno de los objetivos del equipo médico de Traumatología: La difusión científica de las actividades que realizan.

Dr. Eduardo Díaz, Traumatólogo, Especialista en Cirugía de Cadera y Tumores Óseos de Clínica Santa María. 


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Samir Dinamarca

Recomenzar después de un grave accidente

Samir Dinamarca (18) tiene pocos recuerdos del día 19 de mayo. Eran cerca de las dos de la tarde y se estaba preparando para correr un Campeonato Nacional de Ciclismo en Curacaví, una importante competencia para los deportistas federados que son parte del Ranking Mundial.

La distancia de la carrera se completa en alrededor de cuatro minutos. Sin embargo, Samir no alcanzó a recorrer la mitad. “Había entrenado y conocía la pista, pero iba muy rápido y por la inercia de la velocidad perdí el equilibrio en uno de los saltos. Después de la caída no recuerdo nada más", explica el joven. 

Un fuerte impacto en la cabeza provocó que Samir quedara inconsciente, además recibió un golpe en el pulmón y sufrió una fractura expuesta en su antebrazo que le provocó una gran pérdida de sangre. No había tiempo que perder.

Rápidamente lo llevaron al Hospital de Curacaví. En el lugar, los padres se enteraron de que su hijo estaba en riesgo vital y debía ser trasladado lo antes posible a un centro de alta complejidad para realizar un diagnóstico y tratamiento adecuados.

Clínica Santa María fue la primera opción para esta familia, ya que el deportista estaba afiliado al Convenio Escolar de la institución y sabían que recibiría la atención y cuidados necesarios, con todos los beneficios asociados. De esta forma, tras contactarse con la Clínica, un equipo de aerorescate llegó en 15 minutos al centro hospitalario. 

En el helicóptero, Samir recibió atención médica y una vez arribó al Servicio de Urgencia se evaluó el estado en que se encontraba su cerebro, a través de una serie de pruebas imagenológicas. Posteriormente, lo atendió un equipo de especialistas que incluyó a neurólogos y traumatólogos. 

“Quería que le operaran la fractura del brazo, pero los doctores me dijeron que eso no era prioritario, ya que mi hijo continuaba sin despertar producto de la fuerte sacudida que recibió en la cabeza. Su cerebro podía estar inflamado y si lo intervenían no sabían cómo iba a reaccionar. Los médicos estuvieron en permanente contacto con nosotros informándonos el estado de Samir y nos explicaron todo lo que podía pasar”, relata María Úbeda, su madre.

Fueron varias horas de espera. Sin embargo, cuando se descartó que el joven requería una neurocirugía y recuperó el conocimiento, se planificó reparar la fractura con el Dr. Marco Naranjo, traumatólogo del Convenio Escolar. Tras la operación, Samir fue internado por cinco días en la Unidad de Pacientes Crítico Adultos (UPCA) y estuvo hospitalizado 10 más en Intermedio. Durante ese período, estuvo afectado por un importante cuadro de amnesia, por lo que un equipo de neurólogos de la Clínica estuvo en permanente seguimiento del caso. 

A tres meses del accidente, Samir regresó al colegio. Al comienzo fue difícil para él recordar algunas materias, pero de a poco comenzó a recuperar la memoria. “Ya había tenido un accidente grave el año 2011 y también me atendí con el Convenio Escolar. En esa oportunidad sufrí una hemorragia interna en el hígado y me fracturé el radio, pero aun así decidí volver al ciclismo competitivo. Ya no lo pienso así, esta es una segunda oportunidad para mí y para preocuparme de otras cosas”, comenta.

Por ahora, Samir continúa el proceso de recuperación y se está preparando para entrar a la universidad. Con respecto al ciclismo, sabe que el camino es más largo y que la bicicleta continuará siendo su gran pasión, pero quiere tomárselo de otra manera y disfrutar el tiempo con su familia y amigos. 

“Desde el punto de vista neurológico estoy bien. La recuperación de la fractura es lenta, pero creo que la saqué barata para lo que pudo haber sido. Fue fundamental contar con respaldo del Convenio Escolar, todo se dio de tal forma que yo ahora puedo estar dando mi testimonio, estoy muy agradecido”, finaliza el joven. 

Marzo 2014

EDUARDODIAZPINO

Cuando una persona recibe un impacto de gran envergadura, el tiempo que demora en ser trasladado a un recinto con especialistas y tecnología de primer nivel es fundamental para realizar un diagnóstico y tratamiento que permitan reducir al mínimo las posibles secuelas.

“En un paciente que presenta un traumatismo encéfalocraneano con compromiso neurológico y lesiones en el aparato locomotor -como fracturas expuestas-, es de vital importancia que el traslado se realice en forma precoz, con la finalidad de otorgar apoyo neuroquirúrgico si es necesario y realizar la estabilización de las facturas. No es infrecuente, además, que estos pacientes lleguen con traumatismos abdominales y torácicos graves que requieren una cirugía de urgencia”, explica el Dr. Eduardo Díaz. 

El Convenio Escolar de Clínica Santa María otorga atención integral a sus afiliados en caso de accidentes de origen traumático, las 24 horas del día, los 365 días del año. Para ello, cuenta con el respaldo y garantía de un equipo de profesionales altamente calificados, la más avanzada tecnología y una Urgencia Escolar Exclusiva. 

Su cobertura es de un 100% en atenciones de urgencia, ambulatorias y hospitalizaciones, con tope de hasta $20.000.000 por accidente y abarca desde la primera atención hasta la completa recuperación del paciente, considerando los controles en los distintos Servicios de la Clínica que se requieran, como apoyo neurológico en el caso de este deportista. 

Cabe destacar que Clínica Santa María dispone de un Sistema de Rescate Aéreo, servicio que permite dar soporte pre hospitalario a todas las personas accidentadas o con riesgo vital que se encuentren en zonas distantes a la Clínica. Este beneficio es completamente gratuito para los afiliados al Convenio.

“Además de ser vital el tiempo transcurrido, es básico que el traslado sea efectuado con el máximo de garantías técnicas necesarias. Para eso, los vehículos de rescate y el helicóptero de Clínica Santa María disponen de todo lo que se requiere para estabilizar a un paciente hasta su llegada”, finaliza el Dr. Eduardo Díaz.

Así, tanto el actuar del equipo médico como la rapidez con la que fue trasladado, permitieron que a ocho meses del accidente Samir no tenga mayores secuelas y sólo deba continuar en control con el traumatólogo, Dr. Marco Naranjo, para seguir la evolución de la fractura tras la operación.  

Dr. Eduardo Díaz, Médico Coordinador Convenio Escolar, Clinica Santa María.