Bethsabé Poblete
"Siempre supe que estaba en manos de expertos"
Cursaba primer año de Enfermería cuando un tumor benigno en la cadera obligó a Bethsabé Poblete (19) a congelar su carrera. Gracias a la experiencia del equipo de traumatólogos de Clínica Santa María, la joven fue operada en forma exitosa.
“Hace un año, iba caminando y sentí un `pinchazo` en la cadera. Pensé que era un calambre y no le presté atención, de hecho, lo atribuí a que siempre usaba tacos muy altos”, recuerda Bethsabé. Un par de meses después, sus molestias aumentaron y la sensación de `pinchazo` se transformó en un dolor agudo. Por esta razón, visitó a un traumatólogo, quien tras analizar el resultado de una resonancia magnética le explicó que tenía una fractura en la cadera, la que requería un par de semanas de reposo relativo.
No obstante, en vez de disminuir, los dolores de Bethsabé se intensificaron. “Llegó un momento en el que, incluso con analgésicos, no podía dormir en la noche. Pese a esto, no seguí controlándome, esperando que el dolor pasara”, confiesa. Tras sufrir una caída en que se golpeó la cadera, la joven fue atendida en la Urgencia Escolar de Clínica Santa María, donde llegó con un insoportable dolor en la zona. Luego de realizar todos los exámenes necesarios, se determinó que la fractura persistía, por lo que se indicó reposo absoluto por dos semanas.
Transcurrido este plazo, la joven fue sometida a un scanner, que evidenció la presencia de un osteoma osteoide en la zona del cuello femoral. “Cuando me enteré de la noticia se me vino el mundo encima, no pensé que podía tratarse de un tumor. Sin embargo, aunque era benigno, el doctor fue enfático en afirmar que era necesario operarlo”, cuenta Bethsabé.
De esta forma, la paciente fue derivada con el Dr. Eduardo Díaz, especialista en cirugía de cadera y tumores óseos. “El doctor me explicó que mi caso era poco frecuente, ya que este tipo de tumor es común en zonas como la espalda o las muñecas, pero no en la cadera”, recuerda. Además, el traumatólogo le propuso realizar una cirugía mínimamente invasiva, mediante una técnica artroscópica, que tenía escaso reporte a nivel mundial y ninguno en el país. La joven no lo dudó y aceptó esta alternativa.
La cirugía se programó para mediados de agosto. “La noche anterior a la intervención tuve que dejar de tomar los analgésicos, por lo que sentí dolores realmente fuertes, a lo que el Dr. Díaz comentó: `Acuérdate bien de ellos, porque desde mañana no deberías volver a tenerlos`”, recuerda.
Tras la operación, la estudiante no volvió a sentir dolor en la cadera y el tumor fue extirpado por completo. Hoy, se encuentra en recuperación, hace una vida normal, en un par de meses volverá a realizar actividad física deportiva y el próximo año retomará sus estudios.
“Estoy muy agradecida de la oportunidad que me dieron y de las facilidades para operarme en Clínica Santa María. El Dr. Díaz y todo el equipo médico me entregó plena confianza y siempre supe que estaba en manos de expertos”, finaliza la joven.
Noviembre 2014