Las enfermedades contagiosas son la principal causa de muerte infantil y también provocan el fallecimiento de muchos adultos en el mundo. En conjunto, cobran más de 15 millones de vidas al año, más del 80% de las cuales se registran en países en desarrollo. Detener las epidemias de enfermedades contagiosas es uno de los objetivos de desarrollo del milenio y para lograr buenos resultados se requieren sistemas de salud sólidos, capaces de asegurar financiamiento y servicios previsibles y sostenibles en todas las intervenciones prioritarias.
Hay ciertos tipos de enfermedades que son difíciles de prevenir, ya que se trata de enfermedades que se propagan con bastante facilidad. Se les denomina enfermedades contagiosas y es muy importante conocer sus características y síntomas que se presentan en los pacientes. En nuestro sitio podrás conocer más acerca de estas patologías y reconocerlas a tiempo para consultar a un especialista.
Ésta es la más común de las hepatitis que afectan a nuestra población y es una enfermedad que, en la mayoría de los casos, no presenta síntomas. Las buenas condiciones higiénicas se transforman entonces en la manera más eficaz de combatirla.
Causas
Se trata de un tipo de daño al hígado causado por diversos factores:
- Pueden ser tóxicos originados por toxinas químicas como el alcohol, drogas recreacionales o medicamentos.
- Inmunitarios, es decir, ocasionados por el propio sistema inmunológico que ataca al hígado.
Infecciones virales, que son la principal causa de daño hepático agudo.
Esta infección produce una inflamación del hígado, órgano responsable de funciones vitales para el hombre por lo que es irremplazable. Dentro de éstas, se encuentra la síntesis de proteínas, la descomposición de sustancias tóxicas para el organismo, la elaboración de bilis (líquido digestivo encargado de descomponer las grasas para facilitar la digestión), el almacenamiento de vitaminas y la desintoxicación de la sangre. Es por esto que cualquier enfermedad que lo afecte es potencialmente muy peligrosa.
Tipos de hepatitis
Existen alrededor de siete tipos específicos de hepatitis virales clasificadas con letras que van desde la A hasta la G. Sin embargo, las variantes más comunes son la A, B y C. Cada una de estas hepatitis es causada por un virus distinto y que su forma de adquisición también es diferente.
La A tiene un corto periodo de incubación, alrededor de cuatro semanas y se transmite mediante el consumo de alimentos o líquidos contaminados con deposiciones humanas infectadas con el virus.
La hepatitis B es de incubación larga, es decir, pueden pasar hasta seis meses desde que la persona se contagia hasta que comienza la enfermedad. Su transmisión es por vía sanguínea, ya sea por el uso compartido de jeringas o por transmisión sexual, donde hay un intercambio de fluidos.
La C también tiene un largo periodo de incubación y su principal forma de contagio también se produce por el uso común de jeringas. Los principales infectados son las personas que se administran drogas intravenosas, ya que los bancos de sangre en nuestro país gozan de total seguridad.
Hepatitis A
Señales difusas En el caso chileno, la hepatitis A es la más frecuente y esto responde principalmente a dos factores:
- Es el tipo más fácil de adquirir debido a su forma de contagio basado en la falta de higiene.
- Nuestro país tiene carácter epidémico, es decir, se producen brotes de la enfermedad cada cierto tiempo. El comportamiento epidemiológico de la hepatitis en Chile no es fácil de controlar. Los casos de personas infectadas por esta enfermedad aumentan y disminuyen cada cierto tiempo, muchas veces independiente de las acciones sanitarias que se hayan tomado.
Aun cuando la hepatitis A es la más común dentro de los diversos tipos, su detección es difícil debido a que la gran mayoría de los casos son asintomáticos. Una persona puede llegar a la vida adulta sin sospechar que estuvo enferma, cuando en realidad tuvo hepatitis A en algún momento.
No obstante, hay un pequeño porcentaje de casos en que sí se presentan síntomas. Éstos son muy parecidos a los de un cuadro viral inespecífico con decaimiento, pérdida del apetito, fiebre, dolor abdominal y fatiga.
Además existen otras señales particulares de esta enfermedad: tener la orina más oscura de lo normal, las heces decoloradas (acolia) o que la piel y el blanco de los ojos se tornen amarillos (icteria). Pero los síntomas más comunes a los cuales las personas deben estar atentas son la presencia de fiebre y de icteria.
El diagnóstico de esta enfermedad se hace precisamente a través de la sintomatología, además de verificar, mediante exámenes, el aumento del tamaño del hígado y el alza de transaminasas -enzimas que son liberadas por la inflamación de este órgano-.
Existen vacunas para prevenir la hepatitis A que aun cuando no están insertas en los planes nacionales de inmunización, como sí lo está la hepatitis B, son posibles de adquirir en farmacias y vacunatorios.
Dos de estas vacunas aseguran inmunidad totales en la mayoría de los casos; la primera protege sólo contra el tipo A y se aplica en dos dosis. La segunda está indicada contra la B y requiere de tres inyecciones. Hay, además, una vacuna combinada para ambos tipos.
Otra manera de evitar la hepatitis A es a través de buenas condiciones higiénicas. Esto implica lavarse las manos después de utilizar el baño y antes de manipular alimentos, los que también deben ser lavados. Además, hay que evitar las situaciones de hacinamiento y suciedad, porque contribuyen a la proliferación de la enfermedad.
No existe un tratamiento específico para la hepatitis A, aunque sí hay lineamientos que se deben seguir para controlar los síntomas y evitar complicaciones. Se recomienda mantener reposo de duración variable según los síntomas, un régimen alimenticio liviano bajo en grasas y sin alcohol.
La hepatitis A es considerada la menos grave dentro de su grupo. La totalidad de las personas que se han contagiado quedan inmunes, aunque existe un mínimo porcentaje, inferior al 1%, que puede morir por una crisis fulminante. A diferencia de otros tipos, la A no se vuelve crónica y tampoco tiene estado de portador.