Rayos solares, contaminación, polvo, actividades al aire libre, aumento de temperaturas, prolongadas exposiciones al sol y ambientes modificados por el aire acondicionado, son sólo algunos factores que acrecientan los trastornos oculares.
Es por lo anterior, que resulta necesario hacerse revisiones a la vista de manera regular con un especialista. Además de reducir la exposición al sol y evitar toda clase de agentes irritantes.
Clínica Santa María cuenta con un completo equipo médico que entrega un completo servicio para sus pacientes, solucionando inquietudes de la mejor manera posible.
El uso de lentes ópticos va quedando en el pasado gracias a una moderna técnica que soluciona los problemas de miopía, hipermetropía y astigmatismo de forma definitiva, eliminando los anteojos en la gran mayoría de los casos.
Mediante una cirugía que utiliza tecnología láser, se puede modificar la curvatura de la córnea en una simple y rápida intervención, anulando el tipo de defecto óptico que la persona padece.
Requisitos
La solución definitiva del problema visual tiene relación con varios factores:
- El primer requisito para operar es que el paciente haya desarrollado toda la miopía, astigmatismo o hipermetropía que genéticamente tenía predispuesto, es decir, tiene que estar sin modificación de su receta de lentes por al menos un año y medio, lo que ocurre alrededor de los 21 años.
- Otro factor que influye en la eliminación del defecto óptico son ciertas características anatómicas que debe tener la córnea, que se evalúan con exámenes preoperatorios.
- También influye la edad (se debe ser igual o mayor de 21 años).
- No estar embarazada.
- No padecer enfermedades activas como queratitis por herpes, catarata en evolución u otra enfermedad ocular que contraindique la cirugía, como la diabetes descompensada, la conjuntivitis, entre otras.
Esta técnica tiene buenos resultados postoperatorios cuando se realiza en miopías de hasta 7 dioptrías, en hipermetropías de hasta 4 y en astigmatismos de hasta 5. De ahí para arriba no se recomienda como principio la ejecución de la operación. Para estos casos, se recomienda el implante de un lente intraocular fáquico, que consiste en el implante de un lente especial dentro del ojo.
Para solucionar los problemas derivados de la miopía, hipermetropía y astigmatismo hay dos técnicas distintas: las de superficie y el Lasik:
- La primera consiste en aplicar directamente sobre la superficie de la córnea el rayo láser y corregir el defecto. Es utilizada por un 20 a 30% de los pacientes y está reservada en general para córneas de un espesor relativamente delgado. El postoperatorio es doloroso y la recuperación de la visión demora entre 4 a 6 semanas. La cirugía Lasik consiste en un corte en la córnea, donde se saca un flap -lamela o lonja de ésta-, de modo que se abre y en el interior se aplica el rayo láser. Luego, se vuelve a colocar el flap en el lugar en donde estaba y con eso se corrige el defecto.
- La cirugía Lasik es preferida por un 70 a 80% de los pacientes. Tiene la ventaja de ser indolora y de rápida recuperación visual, ya que al día siguiente la persona tiene una visión compatible con el trabajo. Es una intervención ambulatoria que dura entre 5 y 10 minutos y se hace con anestesia local. Normalmente se opera un ojo primero y 48 horas después el otro.
Después de la intervención el paciente debe descansar, evitar el contacto del agua con el ojo por 7 días, no frotarse ni tocarse la zona por 1 semana y usar gotas antibióticas y antiinflamatorias por el mismo tiempo. Luego de esa recuperación os únicos anteojos que usará serán los de sol.
Alrededor de un 2% de los operados pueden quedar con algún grado de miopía, hipermetropía o astigmatismo, aun habiéndose operado, aunque en general es menor al que tenían antes de la intervención. Cuando eso ocurre, después de 3 meses de la cirugía se repiten los análisis y si salen bien, se puede re operar para eliminar lo que haya quedado después de la primera cirugía.
El lente de contacto implantable (ICL) o lente fáquico está hecho de un material inerte y flexible que se coloca dentro del globo ocular sin tener que retirar el cristalino o lente natural del ojo, lo que permite preservar el enfoque que naturalmente se tiene. Se utiliza en personas que quieren abandonar los lentes de contacto o tradicionales, teniendo excelentes resultados.
El implante de este lente se usa en personas con miopía mayor de siete dioptrías, hipermetropía mayor de 5 dioptrías o en quienes no se puede realizar una ablación corneal con láser, ya sea porque la córnea es muy delgada o porque no siéndolo, presenta anomalías en su forma.
¿En qué consiste la técnica?
Ésta consiste en realizar un corte en la córnea a través del cual se introduce en el interior del ojo un lente que se acomoda entre el iris y el cristalino. El lente queda fijo a una estructura que se llama surco ciliar, sin entrar en contacto con el cristalino ni con el iris, pero a escasos micrones de ambos.
Una vez dentro del ojo, el lente se desdobla tomando su posición en la cámara posterior, justo detrás del iris. A diferencia del lente de contacto, éste ha sido diseñado para permanecer indefinidamente dentro del ojo sin recibir ninguna mantención. Sin embargo, si se produjeran cambios en la visión del paciente se puede retirar y cambiar por otro fácilmente.
Procedimiento
Antes de realizar la cirugía, es necesario que el paciente se someta a un completo examen de sus ojos para descartar alguna enfermedad o condición que impida realizar el procedimiento o empeore el pronóstico.
Una vez efectuado el diagnóstico, se realiza la intervención con anestesia tópica y de forma ambulatoria. No hay molestias ni dolor y tiene una duración aproximada de 15 minutos en cada ojo. Al paciente, recostado en una camilla, se le cubre la cara con sábanas estériles. Un pequeño aparato sostendrá los párpados para mantener los ojos permanentemente abiertos durante la cirugía. Lo único que verá la persona será la luz brillante del microscopio frente a su ojo.
Resulta completamente normal que el ojo presente alguna ligera molestia el mismo día de la cirugía, como si tuviera una pestaña o arenilla por lo que se recomienda no apretar el ojo durante unos 5 días.
El resultado de la cirugía depende principalmente de la visión con anteojos o lentes de contacto que se tenga antes de la intervención. En general, puede esperarse que después de la operación la visión sea similar e inclusive mejor, la que se alcanza a los 7 días posteriores al procedimiento.
Los riesgos principales incluyen un aumento transitorio de la presión ocular, formación de opacidades en el cristalino (1% a 5 años) o infecciones (menos de 1 por mil), desprendimiento de retina (2-3% a 5 años).