En el aire que respiramos existen millones de microbios (virus, bacterias y hongos), que no siempre se pueden combatir antes de que lleguen a los pulmones. Debido a esto, las infecciones respiratorias son muy comunes, especialmente en invierno.
Existen factores que favorecen la infección por estos agentes y que son agresores de la vía respiratoria, como los contaminantes ambientales, el humo de cigarrillo, los gases de la combustión de parafina, entre otros.
Para Clínica Santa María es muy importante educar al paciente en la prevención eficaz de estas patologías, especialmente en grupos de riesgo, como guaguas y adultos mayores.
Ante cualquier síntoma de una enfermedad respiratoria no dude en consultar con su médico para ver el mejor tratamiento de acuerdo a la patología que se presente.
Este mal es una enfermedad pulmonar que se produce por una inflamación bronquial que genera la obstrucción de la vía aérea total o parcialmente, además de una hiperreactividad bronquial o respuesta aumentada de la vía aérea frente a los diversos estímulos. Al producirse esa inflamación la persona siente ahogo, tos, silbidos en el pecho, disnea o fatiga.
Este mal aún no tiene cura, pero es posible obtener un buen control de los síntomas lo que permite llevar una vida prácticamente normal.
Síntomas más frecuentes
- Tos: Es más intensa en la noche y en la mañana, se desencadena con los cambios de temperatura, con la risa o al respirar profundo. Habitualmente con escasa expectoración, de color blanco, densa y difícil de eliminar.
- Pecho apretado: Sensación de opresión que impide la entrada y salida fácil de aire a los pulmones.
- Falta de aire: Sensación de ahogo.
- Respiración sibilante: La entrada y salida del aire produce un silbido más frecuentemente percibido en posición acostada.
Causas
Se distinguen dos tipos de causas: genéticas y ambientales. El asma se puede desencadenar por diferentes estímulos:
- Aero-alergenos: pastos, malezas, plátano oriental, caspa de animales.
- Ejercicio físico.
- Aire frío o acondicionado.
- Humo de cigarrillo y esmog.
- Infecciones respiratorias (especialmente las virales).
- Fármacos como aspirina y beta bloqueadores.
- Estrés emocional.
- Ambiente laboral (amasanderías, fábrica de colchones de espuma).
- Reflujo gastroesofágico.
- Alimentos y preservantes.
- Tabaquismo
- Historia familiar de asma.
- Infecciones respiratorias frecuentes en la infancia.
- Bajo peso al nacer.
- Vivir en una ciudad con alta contaminación ambiental.
- Obesidad
- Uso de un flujómetro: El paciente debe controlar el estado de su función respiratoria mediante un flujómetro que le permitirá conocer qué tan eficientemente su sistema respiratorio es capaz de expulsar el aire desde los pulmones.
- Medidas de control ambiental: Si el asma se agrava por el contacto con aero-alergenos, como polvo de habitación, caspa de animales, emanaciones, humo de cigarrillo etcétera, se deben adoptar las medidas para evitar estos contactos, con lo cual se aliviará la enfermedad y se necesitarán menos remedios.
- Uso adecuado de medicamentos: El respetar las dosis, los horarios de ingesta y la permanencia de los tratamientos es esencial para mantener controlada esta enfermedad.
- Información: Aprender los aspectos de la enfermedad y establecer con el médico el plan de tratamiento cuando está estable y un plan de emergencia frente a una crisis.
Las enfermedades más frecuentes en esta época son las de tipo respiratorio. La mayoría son provocadas por virus y entre ellas se pueden mencionar los resfríos, faringitis, bronquitis, síndrome bronquial obstructivo, neumonías, entre otros.
Los niños menores de cuatro años son quienes más riesgo tienen de contraer estas enfermedades, sobre todo si van a la sala cuna o jardín infantil.
Medidas de prevención
Existen una serie de medidas para prevenir las enfermedades respiratorias. Entre ellas están las siguientes:
- Evitar el contacto con personas con síntomas respiratorios.
- No enviar al niño a la sala cuna o jardín infantil si está enfermo.
- Evitar llevar a los pequeños a lugares públicos donde exista hacinamiento.
- No fumar en la casa, ya que el tabaco es un agente que daña las vías respiratorias provocando inflamación y alteración de los mecanismos de defensa.
- La casa debe ser bien ventilada por lo menos una vez al día.
- Es muy importante lavarse las manos con agua y jabón, ya que la mayoría de las infecciones respiratorias se transmiten por las secreciones nasales, bucales y por las manos.
- Se deben evitar los cambios bruscos de temperatura, ya que el frío altera los mecanismos de defensa del organismo.
- No sobre abrigar a los niños, ya que provoca sudoración excesiva.
- Si existe emergencia ambiental, se recomienda no sacar a los menores fuera del hogar para disminuir riesgos de complicaciones.
- Utilizar calefacción limpia, que no contamine el hogar.
Vacuna contra la influenza
Se debe vacunar a los menores contra la influenza, sobre todo los grupos de riesgo como niños entre los seis meses y los dos años de edad, ya que en ellos este virus puede provocar cuadros graves.