Maricarmen Neira es parte de las personas que sufrió las consecuencias del tabaquismo. Aunque dejó de fumar hace seis años -cuando le diagnosticaron cáncer cervicouterino-, desarrolló otro tumor maligno primario en el pulmón, que la hizo enfrentar una dura batalla por más de un año.
Tiene 72 años, es española, casada, y vive en Chile junto a su marido desde el 2008. Hace 6 años llegó de urgencia a Clínica Santa María por una hemorragia. Tras varias pruebas y controles ginecológicos, el diagnóstico fue completamente inesperado: Tenía cáncer cervicouterino, debía ser sometida a una histerectomía total (extirpación del útero) y a tratamiento con quimioterapia.
Desde esa fecha cambió su estilo de vida y decidió dejar el cigarrillo. Cumplió estrictamente sus controles y el cáncer quedó en el pasado. Sin embargo, en febrero de 2015, empezó a sentirse mal, su presión arterial estaba más baja de lo normal, tenía mareos, taquicardia y palpitaciones. Luego de una serie de exámenes, los resultados mostraron la presencia de un tumor en el pulmón, consecuencia de las 4 cajetillas semanales que fumó por más de cuatro décadas.
Maricarmen fue derivada con el Dr. Claudio Suárez, médico jefe de la Unidad de Cirugía Torácica, quien de inmediato comenzó un tratamiento en conjunto con el Dr. Cristián Carvallo, médico jefe del Servicio de Oncología. De esta forma, le indicaron cuatro ciclos de quimioterapia a la espera de reducir el tamaño del tumor para poder extirparlo.
El tratamiento de inducción con quimioterapia dio los resultados esperados, casi el 90% del tumor estaba muerto al momento de la operación y los ganglios habían regresado en su mayoría. “Maricarmen tuvo que realizar un entrenamiento kinésico preoperatorio especialmente diseñado para ella, pues su función pulmonar estaba muy deteriorada por los años de tabaquismo. La cirugía consistió en la extirpación del lóbulo pulmonar que alojaba al tumor y de todos los territorios ganglionares tributarios de ese lóbulo, esa es la clave de un buen tratamiento quirúrgico oncológico para este tipo de cáncer. En el caso de Maricarmen se extirparon cuarenta ganglios diferentes, de ellos, solo 2 tenían enfermedad persistente. Sin embargo, el compromiso ganglionar inicial (pre-quimioterapia) era mayor y eso requería asociar radioterapia postoperatorio, según el protocolo de tratamiento que seguimos en Clínica Santa María”, explica el Dr. Suárez, y agrega: “Los resultados de tratamiento de cáncer pulmonar de nuestro equipo son los mejores reportados en el continente y se presentan periódicamente en diversos congresos internacionales, los que pueden ser consultados por cualquier persona
aquí”.
Actualmente, Maricarmen se controla cada 3 meses con el oncólogo y cada 6 con el cirujano de tórax. “Fue un proceso largo y difícil, pero siempre confié en mis médicos, quienes me acompañaron y de verdad estaban muy comprometidos con mi situación”, confiesa.
El cáncer de pulmón es una de las principales causas de muerte en el mundo y el tabaquismo es la causa en aproximadamente 90% de los casos. Este tipo de cáncer se origina dentro del pulmón, en la tráquea, los bronquios o en el tejido pulmonar. Cuando es diagnosticado en una fase avanzada la sobrevida a cinco años no sobrepasa el 15%.
Una vez detectado, el tratamiento dependerá de la variedad del cáncer y su grado de extensión. La cirugía se indica cuando es posible la extirpación completa del tumor y la enfermedad no se ha extendido. “En la mayoría de los centros del mundo esto ocurre en un mínimo porcentaje de casos. Sin embargo, Clínica santa María cuanta con un programa de detección precoz del cáncer pulmonar y de abandono del tabaco que nos permiten diagnosticar esta enfermedad en etapas precoces. No obstante, existe un grupo con cierto grado de extensión local -al que pertenece Maricarmen- en que es posible combinar cirugía, quimioterapia y radioterapia”, explican los doctores Carvallo y Suárez.
“El cáncer es como los accidentes en auto, piensas que al resto le puede pasar, pero jamás a ti. Creo que es fundamental que las personas tomen conciencia del daño que provoca el cigarrillo y que además sepan lo importante que es hacerse un chequeo en forma periódica. Gracias a eso y al tremendo equipo médico de la Clínica, aún sigo con vida”, finaliza Maricarmen.
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