Exequiel Bravo, de 55 años, fue diagnosticado con cáncer gástrico en 2014. Tras una cirugía y años con ciclos de quimioterapia, un nuevo tratamiento realizado en el Centro de Oncología de Clínica Santa María, logró su recuperación total.
Hace seis años el paciente consultó porque tenía dolor abdominal. Luego de algunos exámenes, el equipo de Oncología de la Institución le confirmó que tenía cáncer gástrico y que se había propagado a otros órganos. Al poco tiempo lo operaron, pero debido a la metástasis, algunos ganglios no pudieron ser extirpados, por lo que se le indicó quimioterapia.
Pese a los esfuerzos, la enfermedad no cedía. “Era un tratamiento muy agresivo que me desgastaba mucho. A pesar de que había épocas en las que estaba mejor, el cáncer siempre volvía con más fuerza”, recuerda Exequiel.
En 2017, el Dr. Cristián Carvallo, médico jefe del Servicio de Oncología de la Clínica, comenzó a estudiar alternativas terapéuticas para él. “Conversamos con Exequiel y le propuse intentar con un nuevo tratamiento para este tipo de cáncer, la inmunoterapia, que consiste en suministrar medicamentos endovenosos al paciente, que estimulan las defensas naturales de la persona, con el fin de que puedan combatir las células cancerosas”, explica el especialista.
El paciente aceptó la propuesta del doctor y rápidamente empezó a sentirse mejor. Los tejidos dañados fueron disminuyendo, hasta desaparecer del todo. “A los dos meses ya llevaba una vida normal, fue realmente sorprendente. Gracias al equipo de Oncología de la Clínica recuperé mi vida”, afirma Exequiel.