A raíz de una cardiopatía congénita, Santiago Cuevas fue sometido a tres cirugías durante sus primeros años. Gracias al trabajo del equipo médico del Centro Cardiovascular Pediátrico (CCVP), hoy este pequeño tiene cinco años y lleva una vida normal, como cualquier niño de su edad.
Antes de que naciera Santiago ya era conocido por el equipo médico del CCVP de Clínica Santa María, una Unidad que hace más de 10 años realiza complejas intervenciones en uno de los ámbitos más delicados de la medicina: el corazón de un niño.
Santiago tenía un Ventrículo Único, una cardiopatía congénita compleja que implica el desarrollo inadecuado de las estructuras del lado izquierdo del corazón, por lo que sólo le funcionaba la parte derecha de este órgano.
El año 2012, cuando tenía una semana de vida, fue sometido a la primera intervención, donde el equipo liderado por el Dr. Stephan Haecker reparó el arco aórtico para regular el flujo de sangre hacia los pulmones. En una segunda operación, se corrigieron los vasos principales que salen del corazón para que la sangre pasara directamente por los pulmones.
A los tres años, el pequeño fue intervenido por tercera vez, en una cirugía que puso a prueba a todo el equipo del Centro. Después de seis horas surgieron las complicaciones y la arteria aorta comenzó a sangrar, poniendo en riesgo crítico la vida de Santiago. Luego de estar 22 horas en pabellón, logró ser estabilizado y fue hospitalizado en la UCI del Centro Cardiovascular Pediátrico, única a nivel nacional en recibir exclusivamente a niños con cardiopatías congénitas.
Hoy, con cinco años, Santiago vive en Pucón junto a su familia, está en pre-kínder y es uno más entre sus compañeros, un niño completamente sano y feliz. “Santiago es un motivador. Una persona que le enseñó a todo un equipo de salud que hay que luchar y, aunque muchas veces parezca imposible, se puede salir adelante”, afirma el Dr. Stephan Haecker.
Compuesto por un equipo multidisciplinario, el Centro Cardiovascular Pediátrico cuenta con cirujanos y cardiólogos infantiles, quienes además de estar comprometidos con la salud de los pequeños, acompañan y guían a sus padres y familias.
Eso es justamente lo que más valoran los padres de Santiago. “Tienen la paciencia de explicarte todo para que logres entender qué es lo que tiene tu hijo. Te entregan los conocimientos y herramientas para llevar juntos esta enfermedad”, afirma Ximena Morales, mamá del pequeño. Su papá, Francisco Cuevas, destaca además los fuertes lazos que formaron con el equipo médico. “Se siente de verdad el amor que le entregan a tu hijo, no hay palabras para agradecer tanto apoyo. Siempre sentimos esa tranquilidad y confiamos en ellos, por eso, les entregamos lo más valioso que tenemos, nuestro hijo”, finaliza.
Desde el año 2005, más de 2.800 niños se han tratado en el CCVP de Clínica Santa María, provenientes de Chile y del extranjero.
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Con la colaboración de: Dr. Stephan Haecker, médico jefe CCVP de Clínica Santa María.