Roberto Grimalt (60) fue diagnosticado con cáncer de próstata en abril de 2021. Dos meses más tarde, decidió seguir la indicación del Dr. Alfredo Velasco, convirtiéndose en la primera persona en el mundo en ser sometida a una prostatectomía radical con la asistencia del robot Hugo.
“Sólo escuchar la palabra cáncer, se siente como la caída de un avión”, relata Roberto, padre de dos hijos, deportista aficionado y jardinero. Al cumplir 60 años, su familia le pidió que se realizara un chequeo médico preventivo. Altos índices de antígeno prostático y una biopsia positiva, confirmaron su diagnóstico: cáncer de próstata, grado 3.
“Cuando me dijeron que tenía cáncer fui a ver al Dr. Alfredo Velasco -jefe de la Unidad de Urología, experto en cáncer de próstata-, e inmediatamente tuve una sensación de cobijo y me sentí acompañado. Me entregó mucha confianza y me explicó que la cirugía robótica era la mejor alternativa”, explica Roberto.
La evolución de los pacientes intervenidos con este tipo de abordaje quirúrgico es muy distinta a la de los procedimientos tradicionales. El Centro de Cirugía Robótica de Clínica Santa María cuenta con más de 10 años de experiencia y, además, dispone de plataformas de última generación, como los “robots cirujanos” HugoTM y Da Vinci Si, que permiten realizar operaciones mínimamente invasivas con múltiples beneficios para los pacientes: menor sangrado, estadía hospitalaria más corta, cicatrices más pequeñas, entre otros.
“Con la cirugía robótica los pacientes se recuperan más rápido y tienen menos dolor postoperatorio. Esto porque la aproximación a los órganos es mucho más precisa, lo que permite una recuperación e integración más rápida a sus actividades normales”, explica el Dr. Alfredo Velasco.
El Dr. Velasco junto al Dr. Rubén Olivares, parte del equipo de Urología de Clínica Santa María, lideraron la cirugía de Roberto Grimalt, un hito histórico en la medicina por tratarse de la primera intervención en el mundo con el nuevo HugoTM RAS System. Se trató de una prostatectomía radical, procedimiento que consiste en extirpar toda la glándula prostática y algunos tejidos que la rodean.
“Me parece que la tecnología ha avanzado de tal forma que es como subirse a un Mercedes Benz. Me operé hace 24 horas, me levantaron, ya caminé y no he sentido ningún dolor. Me sentí totalmente seguro. Lo recomiendo de todas maneras”, agrega.
La evolución de Roberto ha sido completamente satisfactoria y hoy, a menos de 20 días de la cirugía, el paciente fue dado de alta y pudo volver a San Felipe -donde vive actualmente-, para disfrutar de su familia y la jardinería.