Álvaro Sarrá siempre fue muy deportista. Sin embargo, una hernia en la columna afectó sus actividades diarias, provocando un aumento de peso difícil de revertir y resistencia a la insulina. Luego de una cirugía bariátrica con robot, disminuyó 30 kilos y recuperó su calidad y estilo de vida.
A mediados de 2014 le diagnosticaron una hernia lumbar que no tenía resolución quirúrgica y le provocó una serie de complicaciones. “Fue muy invalidante y doloroso, me costaba pararme de la cama, tuve que dejar de hacer actividad física y, en nueve meses, subí alrededor de 22 kilos. A la larga se transformó en un círculo vicioso, porque esta situación me generó ansiedad, no podía hacer ejercicio y comía mucho más”, cuenta.
Con 1.80 m de altura y 126 kilos, Álvaro estaba consciente de que algo tenía que hacer. “Todos los años me hago exámenes de rutina. Los resultados salieron relativamente normales, pero había una marcada resistencia a la insulina. El sobrepeso me tenía desesperado y mi IMC estaba muy alto. Me preocupé”, recuerda.
En ese contexto consultó con el Dr. James Hamilton, cirujano bariátrico y robótico de Clínica Santa María. Tras evaluar su caso, el especialista le recomendó realizar un bypass gástrico, ya que esta técnica reduciría el volumen de su estómago -provocando saciedad en forma temprana y una consecuente disminución de peso-, pero además ayudaría al páncreas a secretar más insulina, lo que era muy beneficioso para su condición.
“Me informé y averigu¨é que la cirugía robótica es un procedimiento seguro y muy minucioso. Las complicaciones intra y postquirúrgicas son bastante menores y deja menos secuelas, por lo que decidí operarme con el robot”, afirma.
48 horas después del procedimiento los niveles de glicemia de Álvaro eran completamente normales. No tuvo molestias postoperatorias y estuvo sólo tres días hospitalizado. “Tal como el doctor me había garantizado, los exámenes salieron perfectos. Luego de la operación tengo una segunda oportunidad para vivir mejor. Bajé 30 kilos, desapareció el dolor de la espalda y volví a dormir bien. Tengo 50 años, pero tras la cirugía robótica me siento más joven y con más energía. Ahora la clave es determinación, fuerza de voluntad y hacer ejercicio”, finaliza.
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Dr. James Hamilton
Cirujano bariátrico y médico coordinador Centro Cirugía Robótica de Clínica Santa María.
La cirugía bariátrica se ha consolidado como un efectivo método quirúrgico para la disminución de peso en pacientes obesos y con enfermedades asociadas, ya que muchos de ellos -por diversos motivos- no logran bajar de peso sin cirugía.
“La cirugía bariátrica con robot está indicada para todo tipo de personas. Sin embargo, es muy beneficiosa en pacientes que requieren cirugías revisionales, en caso de falla de una cirugía bariátrica previa. También en pacientes con otras patologías asociadas, como resistencia a la insulina, donde se opta por el bypass gástrico, como en el caso de Álvaro Sarrá”, explica el Dr. James Hamilton.
Cabe destacar que la cirugía bariátrica es electiva, es decir, el paciente opta por someterse a este procedimiento luego de una evaluación integral y en Clínica Santa María es posible hacerlo con la seguridad y todas las ventajas asociadas a la cirugía robótica. "El robot extiende las capacidades del cirujano a límites nunca imaginados, ya que permite realizar cirugías con máxima precisión en el resultado interno, agregando todos los beneficios de la cirugía tradicional, pero por mínimos orificios, con menos dolor y una recuperación mucho más expedita. Los resultados estéticos y de reinserción laboral son notables", finaliza el especialista.
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La Unidad de Cirugía Bariátrica y Metabólica es referente a nivel nacional, al ofrecer variados técnicas quirúrgicas para la disminución de peso en pacientes con obesidad y enfermedades asociadas. Entre los procedimientos para reducir la capacidad gástrica, la cirugía robótica constituye la alternativa más moderna, intervención a la que se han sometido más de 100 personas en Clínica Santa María con excelentes resultados
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