Los abuelos, madre y tíos de Ingrid Estrada tienen diabetes en algún grado. Pese a este antecedente familiar, pasó mucho tiempo sin atender los evidentes síntomas de esta enfermedad, hasta que aumentó casi 40 kilos en un par de años. Fue gracias a una cirugía bariátrica que volvió a su peso normal y recuperó su calidad de vida.
Tiene 55 años, es casada, madre de dos hijos y reconoce ser una mujer activa. Sin embargo, desde el año 2013 comenzó a notar que mes a mes aumentaba notoriamente de peso, llegando a los 98 kilos, muy por sobre los 60 a los que estaba acostumbrada. Este aumento la obligó a cambiar su rutina y dejar de hacer deporte, por el dolor que sentía en sus rodillas y codos.
Como veía que ganaba y ganaba kilos, Ingrid decidió controlarse con una nutricionista. Aunque siguió una rigurosa dieta y tomó todos los medicamentos indicados, no bajó de peso ni mejoraron sus niveles de azúcar en la sangre. Fue su marido quien le comentó sobre la cirugía bariátrica y, sin pensarlo dos veces, pidió una hora con el
Dr. Juan Eduardo Contreras, médico coordinador de la Unidad de Cirugía Bariátrica de Clínica Santa María.
En marzo de este año fue evaluada por el especialista y, tras diversos exámenes, le diagnosticó hipertensión arterial, hígado graso y diabetes mellitus tipo 2. En ese contexto, el
Dr. Contreras le recomendó realizar un bypass gástrico, ya que con esta técnica se reduce el volumen del estómago y, además, ayuda al páncreas a secretar más insulina, lo que era muy favorable para ella.
“Este procedimiento consiste en reducir el estómago y conectarlo a un segmento intestinal. De esta manera se genera saciedad precoz y menor absorción de los alimentos consumidos. Este tipo de cirugía es muy segura, tiene un bajo índice de complicaciones y sus resultados pueden llegar al 100% de pérdida del exceso de peso. Además, tiene un importante efecto metabólico, ya que se producen estímulos hormonales en el intestino que ayudan a que el páncreas produzca más insulina y, con eso, mejore la diabetes”, explica el
Dr. Contreras.
El diagnóstico de diabetes mellitus no la tomó por sorpresa. Al contrario, sabe que es consecuencia de una serie de síntomas que durante años no tomó en cuenta. “Tenía mucha sed todo el día, iba muy seguido al baño y, como crecí rodeada de personas con diabetes, sabía que se relacionaba con eso y lo ignoré”, reconoce Ingrid.
Antes de operarse, tuvo que seguir una estricta dieta libre de azúcar y grasas. “Toda mi familia se involucró en este cambio de vida y ahora todos nos alimentamos de forma más sana, eso me ayudó mucho”, afirma. Así, tras un par de meses estaba en condiciones de ser sometida a una cirugía bariátrica, procedimiento que tuvo muy buenos resultados, tanto que a las 48 horas fue dada de alta para seguir su recuperación en casa. Han pasado casi dos meses desde la intervención y ha perdido más de 30 kilos, además, sus niveles de azúcar en la sangre volvieron a rangos normales.
La cirugía bariátrica es considerada una de las técnicas quirúrgicas más efectivas para la disminución de peso en pacientes con obesidad y enfermedades asociadas, ya que en situaciones como las de Ingrid, algunas personas no logran bajar de peso por sus medios, a pesar de sus múltiples esfuerzos, por lo que la cirugía se convierte en la única opción para mejorar su calidad de vida.
En Clínica Santa María, actualmente, se realizan en promedio 700 intervenciones de este tipo al año, lo que corresponde al 12% del total de cirugías bariátricas que se realizan en el país.
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Con la colaboración de: Dr. Juan Eduardo Contreras, médico coordinador Unidad de Cirugía Bariátrica de Clínica Santa María.