Evelyn Núñez tenía 49 años cuando le diagnosticaron cáncer de mama. Gracias a una detección oportuna y a que el tumor aún estaba encapsulado no necesitó tratamiento con quimioterapia ni radioterapia y, tras dos intervenciones, hoy es una mujer sana y feliz.
Evelyn (50) es ingeniera comercial y fanática del deporte. En marzo de 2020, comenzó a sentir picazón y molestias en la mama derecha, que al cabo de unos meses no le permitían dormir boca abajo.
“Estaba tan metida en mi trabajo y poco preocupada por mí, que me demoré mucho en consultar, pero cuando las molestias pasaron a ser dolorosas, decidí ir a mi ginecólogo en Clínica Santa María, quien inmediatamente me derivó a una especialista en mama”, relata Evelyn.
En primera instancia le solicitaron una mamografía y ecografía, luego una resonancia y una biopsia. “En la biopsia se vio un carcinoma ductal in situ de 4 cm, es decir, un tumor que no había invadido la mama y estaba todavía encapsulado dentro del conducto. Era muy incipiente, fue un hallazgo oportuno”, comenta la Dra. Julieta Robin, cirujana de mama y médico tratante de la paciente.
Para Evelyn fue un proceso muy triste y de mucha incertidumbre, ya que nunca pensó que enfrentaría una enfermedad como esta. “La Dra. Robin me recibió muy bien, fue muy amorosa y explicativa. Me dijo que llegué a tiempo. Por eso, pienso que en ese momento tuve un ángel detrás mío que me hizo ir al doctor. Si es que me hubiera demorado un poco más, hubiese sido otra la historia”, cuenta.
Tras la evaluación del equipo médico, Evelyn fue sometida a una mastectomía total, es decir, a la extracción de la glándula mamaria, cirugía en la que también se llevó a cabo el proceso de reconstrucción. Finalmente, un par de semanas más tarde, se le puso un implante mamario.
“Ese momento fue muy impactante, cuando aterrizas en que perderás una mama y la reconstruirán nuevamente. En un principio obvio que cuesta porque es algo nuevo y extraño en tu cuerpo, te sientes distinta, pero inmediatamente me acepté, hoy este cambio es parte de mí, de mi historia y estoy muy contenta con el resultado”, comenta.
La recuperación de Evelyn fue muy rápida y la Dra. Robin cree que ayudó mucho su afición por el deporte y su buena actitud. “Evelyn es una persona muy alegre, muy positiva, que enfrentó esto muy bien, superando las dos cirugías de muy buena manera. Además, es fanática del deporte, lo que siempre ayuda mucho a cualquier paciente. Siempre es recomendable, incluso en tratamientos que requieren quimioterapia o radioterapia, permanecer siempre muy activas”, explica la especialista.
A poco más de un año de las cirugías, Evelyn está dada de alta y tiene control dos veces al año. Ha podido retomar sin problema la actividad deportiva y, tal como plantea la Dra. Robin, afirma que esto fue fundamental para su recuperación. “En estos tratamientos hay mucho en la mente, yo siempre he sido muy positiva y dije con 100% de actitud, muy convencida, que este cáncer no me la iba a ganar y así fue. Pasó a ser una impresionante lección de vida”, finaliza.