Luis tenía un tumor gigante en el abdomen que abarcaba gran parte de sus órganos vitales, por lo que no era posible operarlo. Luego de meses de tratamiento, que permitieron una leve reducción del tamaño del tumor, el equipo médico de Clínica Santa María en conjunto con el paciente tomaron la decisión de realizar una compleja cirugía, la única alternativa para salvarle la vida.
Periodista de profesión y nacido en Venezuela, Luis Borges (29) llegó el año 2019 a Chile en busca de nuevas oportunidades. Un año después, comenzó a sentir molestias en su abdomen y espalda. El diagnóstico
fue un tumor gigante del retroperitoneo de 20 centímetros, el cual se había expandido hacia su riñón, páncreas y principales vasos sanguíneos.
Decidió consultar en Clínica Santa María, donde el equipo médico, conformado por la Dra. Lucía Bronfamn, oncóloga,
y el Dr. Javier Chapochick, cirujano digestivo, veía muy
difícil una solución quirúrgica para tratar el cáncer de Luis. Sin embargo, tras cuatro ciclos de quimioterapia en el Centro Médico Oncológico de la Clínica, la historia tomó otro rumbo.
“Después de varios meses de tratamiento, conseguimos que el tumor redujera un poco su tamaño, lo que generó una pequeña ventana, una opción, que implicaba realizar una gran cirugía para sacar el tumor y
resecar gran parte de las estructuras involucradas, un procedimiento extraordinariamente complicado y riesgoso”, cuenta el Dr. Javier Chapochnick, médico jefe del equipo de Cirugía de Hígado, Vías biliares y Páncreas,
quien operó a Luis.
El paciente no dudó en tomar la oportunidad, consciente de que, si bien era un procedimiento complicado, era la única manera de salir adelante. Así fue como el 24 de noviembre de 2021, tras 16 horas en pabellón, el equipo médico
consiguió lo que parecía imposible.
Eliminaron el tumor de todos los órganos involucrados, en una cirugía que no tuvo mayores complicaciones. “Cuando desperté, no lo podía creer. La anestesista me agarró la mano y me dijo: “Lo logramos, sacamos
el tumor y estás muy bien. Fueron horas difíciles, pero aquí estás”, recuerda el paciente.
A poco más de dos meses de la cirugía, Luis se siente muy bien y está sano. Ha podido retomar su vida con normalidad, los médicos se asombran de su rápida recuperación y agradece haber llegado a los especialistas
que lo acompañaron y guiaron en todo el proceso: “Después de que me dijeron que me podía morir, yo prácticamente le debo mi vida a Clínica Santa María. El trato que me dieron fue excelente, porque no solo
fueron excelentes profesionales, también fueron muy cálidos. Hoy considero al Dr. Chapochnick y la Dra. Bronfman personas muy importantes en mi vida”, finaliza.