Hace tres años, Arturo Wachholtz de 18 años, consultó a un experto por una malformación en su pecho, por lo que se le recomendó una cirugía de corrección con barras.
“El paciente llegó con un hundimiento en la pared anterior del tórax, afección denominada pectus excavatum. Es muy común en niños, ya que 1 de cada 300 presentan esta condición al nacer”, sostiene
la Dra. Virginia Linacre,
cirujana de tórax de Clínica Santa María.
Para tratar esta malformación, se requirió una cirugía de corrección, procedimiento que consiste en instalar una o dos barras dentro del tórax, las que se sacan luego de tres años. Estas actúan como
palancas para revertir el hundimiento y fijar los huesos.
“Estaba muy nervioso por la intervención, pero quedé muy tranquilo con la preparación que me entregó la Clínica y la doctora antes de la cirugía”, afirmó Arturo.
El postoperatorio no estuvo exento de desafíos, especialmente en el proceso de adaptación de la barra. “Sin embargo, los resultados se evidenciaron desde el primer momento, ya que su pecho tomó una forma normal y su postura
mejoró notablemente”, agregó Olga Muñoz, mamá del paciente.
Ya han pasado siete meses desde el procedimiento, por lo que Arturo ya tiene cicatrizada su herida. Esto le ha permitido no cansarse al hacer actividad física y recuperar su autoestima.