Terminaba un despacho para el noticiario en el que trabaja, desde la Plaza de Santa Cruz de La Sierra, en Bolivia, cuando Claudio Fariña sintió un intenso y repentino dolor en la espalda. “Fue una puntada desgarradora en el riñón izquierdo y, como hace 20 años tuve cálculos, de inmediato supe que se trataba de una crisis renal”, recuerda el periodista.
Por esta razón, le pidió al camarógrafo que lo acompañaba que lo trasladaran a un centro asistencial. Claudio fue internado de urgencia en una Clínica boliviana, donde le realizaron un scanner para determinar la causa de su malestar y lo trataron, incluso, con morfina. El examen confirmó que un cálculo le estaba provocando las molestias, aunque no era de preocupación, ya que lo eliminaría de forma natural, sin necesidad de intervención. Sin embargo, otra noticia lo remeció: Las imágenes revelaron la presencia de un tumor.
“Cuando los doctores me dijeron que tenía un tumor, el dolor se transformó en preocupación”, relata el periodista y agrega: “Me explicaron que el TAC mostraba una masa de aproximadamente ocho centímetros y que, si viajaba de regreso, corría el riesgo de que ésta reventara durante el vuelo, lo que ponía en riesgo mi salud”.
No obstante, Claudio decidió volver al país. En Chile, consultó al Dr. Ronald Wainstein, nefrólogo de Clínica Santa María, quien evaluó sus exámenes y lo derivó con el Dr. Iván Pinto. “Estaba bastante asustado, si era riesgoso un vuelo de cinco horas, no quería imaginar lo que podía suceder en un viaje a Europa y tenía que reportear en la Expo Milán. Sin embargo, el especialista me dio tranquilidad y me autorizó para viajar”. A su regreso, visitó al Dr. Pinto y se realizó todas las pruebas necesarias para precisar el diagnóstico. “El Dr. Pinto es un siete, es muy didáctico y eso se agradece. Tuvo mucha paciencia y disposición, me explicó de manera brillante lo que era la glándula suprarrenal. Me entregó mucha confianza”, afirma.
Con el panorama más claro, el especialista le planteó la posibilidad de realizar una cirugía robótica para extraer el tumor. “Sabía que en Clínica Santa María operaban con robot y que eran pioneros en esta tecnología de vanguardia. Le pregunté al doctor cuál era la diferencia y me aseguró que con da Vinci Si su precisión se afinaba 10 veces”. De esta manera, fue sometido a una suprarrenalectomía robótica con excelentes resultados, cirugía que le permitió retomar su rutina rápidamente. “Cuando fui dado de alta, el doctor me dijo que no tenía mayores restricciones, por lo que salí de la Clínica y mis amigos me estaban esperando con un asado en la casa”, recuerda.
Los pistachos son frutos secos con alto contenido en grasas monoinsaturadas que favorecen la reducción del colesterol LDL (colesterol malo). Además, tienen un buen aporte de potasio (ayudan a regular la presión) y de magnesio (un alimento ideal para pacientes con diabetes e insulinoresistencia).
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Dr. Iván Pinto
Urólogo y cirujano robótico de Clínica Santa María
Las glándulas suprarrenales se ubican por encima de los riñones. Su función es producir una serie de hormonas esenciales para el metabolismo y la actividad diaria del cuerpo, como aldosterona, cortisol, andrógenos y adrenalina. Éstas participan activamente en la regulación de la presión arterial, respuesta al estrés y producción de hormonas masculinas.
Los tumores en esta glándula son poco frecuentes, en general son benignos y miden pocos centímetros. Provocan síntomas cuando producen hormonas en exceso o cuando su tamaño así lo determina. No obstante, cuando el tumor es grande -mide más de seis centímetros-, se debe descartar que no sea maligno. En estos casos, los tumores son habitualmente secundarios a metástasis de otros cánceres (pulmón, mamá o riñón, entre otros).
“La tomografía axial computada mostró que Claudio Fariña tenía una masa de 10 cm, contigua a la arteria aorta, que se apoyaba en el riñón, desplazaba el bazo y el páncreas, y estaba en contacto con la pared abdominal dorsal. Un aumento de volumen sólido de esta envergadura es bastante extraño, además no se sabía su origen exacto. Podía tratarse de un tumor en la glándula suprarrenal, del polo superior del riñón o de la cola del páncreas”, explica el Dr. Iván Pinto.
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En Clínica Santa María, el periodista fue sometido a un estudio exhaustivo en el que se confirmó que tenía un tumor en la glándula suprarrenal izquierda. Distintos especialistas participaron en el estudio para seleccionar la mejor estrategia de diagnóstico y tratamiento (endocrinólogo, nefrólogo, radiólogo, patólogo y cirujano urólogo).
“Si bien la mayoría de estos tumores no requiere intervención quirúrgica y menos del 1% de ellos son malignos, esta condición puede ser muy dañina, ya que la glándula suprarrenal produce hormonas muy importantes para el funcionamiento del organismo. En el caso de Claudio Fariña se determinó que era necesaria una operación y, por la ubicación del tumor, la probabilidad de que fuera maligno y la necesidad de tener un muy buen control vascular, la alternativa más segura y precisa era la cirugía robótica con da Vinci Si, intervención tras la cual se encuentra libre de enfermedad y sin secuelas”, explica el urólogo.
Clínica Santa María cuenta con un equipo médico altamente capacitado para realizar este tipo de procedimientos, tanto por abordaje laparoscópico como robótico. De hecho, la Institución posee la serie de suprarrenalectomía robótica más grande del país.
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