En esta época estival, aumentan en un 25% los problemas oculares, es por esto que se deben adoptar precauciones especiales con los ojos.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud, más de tres millones de personas cada año quedan ciegas por exceso de radiación solar. Los rayos UV producen inflamaciones en la córnea, cataratas, visión borrosa, irritación, enrojecimiento de los ojos, pérdida temporal de la visión, e incluso, la ceguera.
Por otra parte, las piscinas son un foco importante de irritaciones e infecciones para los ojos. La razón de esto, es que el cloro en cantidades exageradas irrita la conjuntiva ocular, provocando queratoconjuntivitis. En la concentración adecuada, este agente desinfectante que se utiliza para acabar con las posibles bacterias del agua, no produce irritaciones en los ojos. El problema, es la mezcla con distintos contaminantes de los mismos bañistas como la transpiración, productos cosméticos como cremas, desodorantes, entre otros.
La sal de mar y la arena también pueden producir erosiones corneales o conjuntivales. La baja humedad y el calor aumentan la evaporación de las lágrimas, resecando los ojos. Lo mismo ocurre con el aire acondicionado, ocasionando ardor, visión borrosa, sensibilidad a la luz y sensación de arenilla en los ojos.
Recomendaciones
- Limitar la exposición directa al sol. Las horas más peligrosas son entre las 11:00 y 17:00 horas.
- Anteojos de sol adecuados con dos tipos de filtros, el que bloquea los rayos ultravioleta y la luz visible, es decir, el que hace los lentes más oscuros.
- No abusar del aire acondicionado, ya que el aire frío de los acondicionadores es muy seco, lo que produce sequedad en los ojos. Por ello, se recomienda siempre tener gotas oftálmicas.
Con la colaboración de: Dr. Rodrigo García, oftalmólogo.