Es un trastorno de origen neurológico que causa un impulso incontrolable de mover las piernas. Suele ocurrir durante la noche, cuando la persona está acostada. El diagnóstico se obtiene mediante un examen de sangre o estudios del sueño.
Este síndrome, también llamado enfermedad de Willis-Ekbom, se manifiesta por primera vez a cualquier edad, siendo más frecuente a partir de los 40 años. El SPI puede ser desencadenado por anemia, insuficiencia renal, polineuropatía, embarazo, antecedentes familiares o como respuesta a ciertos fármacos.
Su evolución suele ser crónica y lentamente progresiva, casi siempre conlleva la alteración en el sueño de la persona, y por lo tanto, afecta su calidad de vida.
El principal síntoma es la necesidad imperiosa de mover las piernas. Las características frecuentes asociadas son:
• Sensaciones que comienzan después del descanso, generalmente luego de acostarse o sentarse.
• Hay un alivio inmediato al moverse.
• Espasmos en las piernas durante el sueño, los síntomas empeoran por la noche.
Estudios médicos sugieren que la causa del SPI es un trastorno en el funcionamiento de la dopamina, sustancia presente en el sistema nervioso encargado de la regulación del movimiento. A su vez, la dopamina necesita del hierro para funcionar correctamente, y se ha visto que estos pacientes tienen un mal funcionamiento del hierro y/o disminución de los depósitos (niveles de ferritina).
Puede ser diagnosticado a través de un análisis de sangre que incluya niveles de fierro y ferritina o, a través de estudios de sueño, como la polisomnografía. El médico tratante estudiará las posibles causas y, de ser necesario, prescribirá un tratamiento farmacológico.
También es recomendable que los pacientes mantengan un horario regular de sueño, realicen ejercicio y reduzcan el consumo de café, tabaco y alcohol, ya que éstos empeoran las molestias.
Con la colaboración de: Dr. José Luis Castillo, neurólogo.