La llegada de Lara, es para Jorge Andulce, la prueba de cómo la donación de órganos puede generar nueva vida. “Si no fuera por la enorme generosidad del donante, su familia y el equipo médico de Clínica Santa María, ni yo ni mi hija estaríamos hoy acá”, comenta.
El 31 de julio de 2020, el ingeniero de 43 años, Jorge Andulce fue a urgencias por un cuadro respiratorio. Tras realizarse una serie de exámenes, recibió una noticia totalmente inesperada, el problema estaba en su corazón.
“Fue diagnosticado con una insuficiencia cardíaca en su grado más avanzado. Esto significa que su corazón no tenía la potencia adecuada ni la fuerza suficiente para proveer oxígeno y sangre a sus diferentes órganos”, explica el
Dr. Jongsung Lim, cardiólogo de El Centro del Corazón de Clínica Santa María y médico tratante de Jorge.
El paciente era un hombre sano, sin antecedentes médicos, por lo que fue todo muy sorpresivo. “En pocas horas, cambió nuestra vida radicalmente. En octubre me tuvieron que hospitalizar porque mi corazón ya no podía hacer el trabajo solo. Estuve alrededor de 30 días conectado a una máquina de asistencia ventricular, hasta que supimos que había un corazón compatible”, recuerda.
Tras un exitoso trasplante, a cinco meses del diagnóstico y a 10 días de la intervención, el paciente pudo volver a su casa junto a Fernanda, su mujer. Se recuperó rápidamente y en poco tiempo pudo retomar su trabajo. “El postoperatorio fue impecable y como si todo lo que nos pasó no hubiese sido suficiente en lo emocional, a los pocos meses de salir de la Clínica, nos enteramos de que íbamos a ser padres”, relata emocionado.
Lara nació a principios de este año en la Clínica, noticia que generó mucha felicidad en el equipo médico que acompañó a Jorge por largo tiempo. “Enterarnos del nacimiento de su hija fue muy especial, fue un doble orgullo, tanto en lo profesional como en lo personal. Sabemos que cada paciente tiene su propia historia y siempre nos conectamos con cada una de ellas”, comenta el especialista.
Apenas Jorge y Fernanda tuvieron la oportunidad, fueron a visitar al Dr. Lim para que conociera a su hija Lara. “Mi señora lo vio y le dijo esto es gracias a usted. Y la verdad es que esas palabras son así. Es gracias al equipo de la Clínica l, gracias a él, gracias a una familia que decidió donar vida, gracias a las manos del Dr. Sebastián Iturra... Imagínate, después de todo esto, sabemos que la Clínica Santa María, va a ser nuestra clínica para siempre”, finaliza.