El agua se considera uno de los componentes y nutrientes más importantes para el cuerpo humano, ya que participa en todos los procesos fisiológicos y es un elemento esencial de consumo diario. Nuestra nutricionista, Katherine Gómez comparte consejos para que te hidrates de manera correcta este verano.
La cantidad de agua que necesita el organismo dependerá de algunos factores como la edad, sexo y otros como la ubicación geográfica, hábitos alimentarios, estilos de vida y condiciones ambientales. Es importante mencionar que órganos como el cerebro,
corazón y pulmón también están compuestos por un alto porcentaje de agua, la que varía dependiendo del rango etario de cada persona.
“Dentro de los procesos fisiológicos podemos destacar que facilita el transporte de células, su importancia en el proceso digestivo, respiración y circulación sanguínea también da flexibilidad y elasticidad a los tejidos, proporciona minerales esenciales
como el calcio, magnesio y el flúor, que sirven para fortalecer los huesos y los dientes: participa en funciones cognitivas, entre otros beneficios para el cuerpo humano”, comenta la profesional.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) promueve el consumo de, al menos, 2 litros de agua por día. A nivel local el Ministerio de Salud (Minsal), recomienda la ingesta de 6 a 8 vasos diarios en adultos, lo que equivale a 1,5 o 2 litros.
Al enfrentarse a altas temperaturas el cuerpo produce pérdida de agua a través del sudor, esto puede resultar en una deshidratación por la disminución de minerales y líquidos, los cuales son necesarios para el correcto funcionamiento del organismo. Algunos
de los síntomas asociados a la deshidratación son: dolores de cabeza, mareos, agotamiento, somnolencia, náuseas, vómitos, debilidad muscular, calambres y aumento de la temperatura corporal.
Para evitar estas molestias es importante estar hidratado, reponer la pérdida de agua y mantener la temperatura corporal para que el sistema fisiológico funcione dentro de la normalidad. El consumo de agua también previene enfermedades o molestias como
el estreñimiento, la artritis, hipertensión, infecciones urinarias y cálculos renales.
Con colaboración de Katherine Gómez,
nutricionista de Clínica Santa María.