Alejandro Medina (11 años) nunca tuvo un problema de salud de importancia. Sin embargo, en octubre del año pasado sufrió un evento cardiovascular poco común en niños. El menor fue intervenido por especialistas de El Centro del Corazón y Urgencia Pediátrica y hoy, a cinco meses del procedimiento, está recuperado y sin secuelas.
Alejandro estaba en el colegio cuando sintió un fuerte dolor en el pecho que alertó a sus profesores, quienes al percatarse de que estaba muy pálido y transpiraba mucho decidieron trasladarlo al servicio de urgencia más cercano, donde no encontraron la causa del malestar que presentaba.
Luego de varios exámenes, se determinó que se trataba de un infarto agudo al miocardio. Dado lo poco común del cuadro clínico para un niño de esta edad, los médicos decidieron que el menor fuese derivado a Clínica Santa María, ya que cuenta con un equipo médico experto en Cardiología para tratar a adultos y niños. De esta manera, Alejandro fue evaluado por el Dr. Carlos Fernández, cardiólogo infantil y jefe de Urgencia Pediátrica, quien con los resultados de un ecocardiograma Doppler color y un AngioTAC confirmó que se trataba de un infarto agudo al miocardio, un diagnóstico muy poco común en niños y que se originó producto de una obstrucción de una arteria coronaria.
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“Nos sentimos muy apoyados. El Dr. Fernández fue una persona más de la familia, siempre nos habló directamente, pero de forma muy cálida, dándonos la esperanza de que todo iba a salir bien. Agradecemos el trato que nos dieron los profecionales de la clínica, que nos permitieron acompañar a nuestro hijo durante su recuperación”, destacan Eduardo y Jacqueline.
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Junto al Dr. Pablo Pedreros, cardiólogo con amplia experiencia en manejo de patología coronaria, resolvieron que para determinar el tratamiento más adecuado era necesario hacer una coronariografía, examen que muestra la anatomía de las arterias coronarias. Esta intervención fue realizada en el Centro de Diagnóstico y Terapia Endovascular y permitió constatar el sitio exacto de la obstrucción coronaria. Inmediatamente, se realizó una angioplastía, procedimiento que consiste en permeabilizar la arteria para desobstruirla y luego implantar un stent para recuperar la irrigación cardíaca.
“Cuando los doctores salieron de pabellón y vimos su expresión, supimos que todo había salido bien”, recuerdan Eduardo y Jacqueline, los padres de Alejandro, quien estuvo dos semanas hospitalizado en la Unidad Paciente Crítico Pediátrico, donde fue constantemente monitoreado por enfermeras y médicos, y contó con rehabilitación kinesiológica. Alejandro fue dado de alta sin ninguna secuela, sólo con la indicación de terapia anticoagulante y control periódico.
El Centro del Corazón de Clínica Santa María cuenta con cardiólogos adultos e infantiles altamente capacitados para abordar de forma conjunta patologías cardíacas complejas, con el apoyo de tecnología diagnóstica y terapéutica de primer nivel.