Eduardo Schalscha, de 69 años, sufrió un infarto mientras realizaba una caminata. Gracias a la rápida coordinación de sus compañeros de equipo, además de la colaboración de Carabineros, fue trasladado a Clínica Santa María, donde le realizaron un exitoso tratamiento.
El pasado 5 de julio, Eduardo Schalscha se reunió con “Los intrépidos”, un grupo de amigos junto a los que practica trekking todos los domingos. El plan consistía en llegar en auto hasta el Km 11 del camino a Farellones y, desde allí, internarse por la quebrada del río Molina subiendo por estrechos senderos.
El entusiasta equipo estaba muy cerca de alcanzar su objetivo, cuando observaron un grupo de cóndores sobre una roca. Eduardo decidió detenerse a tomar fotografías. Al ponerse nuevamente en marcha, sintió una fuerte puntada en el pecho que lo hizo caer y quedar prácticamente sin aliento. “Mis amigos notaron mi ausencia y al encontrarme en el suelo y con dolor, me ayudaron”, recuerda.
Con el único celular que lograba captar señal le avisaron a un par de amigos que no estaba en el lugar. “Uno de ellos se encontró con un arriero y su hijo, quienes prestaron un par de caballos para ayudarme a bajar. El otro se acercó lo que más pudo en un auto para trasladarme a la Clínica, aproximadamente una hora después de que comenzaron los síntomas”, relata Eduardo y agrega: “Los intrépidos se comunicaron con médicos para recibir instrucciones a distancia y me hicieron masaje cardíaco, porque a esas alturas, ya sospechaban que se trataba de un infarto”.
A pesar de que en el camino comenzó a sentirse mejor, sus compañeros hicieron todos los esfuerzos para que llegara lo antes posible a Clínica Santa María. Además, Carabineros de la Comisaría de Los Dominicos los escoltó hasta el Servicio de Urgencia. “Cuando llegué, el equipo médico estaba en conocimiento de mi estado y me atendieron de inmediato. La doctora que me recibió me evaluó y se contactó con el Dr. Pablo Pedreros”. Tras realizar todos los exámenes de rigor, el cardiólogo le informó que tenía dos arterias coronarias obstruidas, por lo que debían instalarle dos stent y restablecer el flujo sanguíneo.
“El personal de la Clínica estaba sorprendido por mi ánimo y rápida evolución luego del procedimiento”, describe el paciente, quien en la actualidad se encuentra en proceso de recuperación para retomar la práctica de trekking. “Estoy sumamente agradecido de todas las personas que me ayudaron, en especial de mis amigos, el arriero Bastián, Carabineros y de todo el equipo de Clínica Santa María. Sin la ayuda y la atención oportuna que recibí, no podría contar esta historia”, finaliza Eduardo
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Dr. Pablo Pedreros
Cardiólogo de Clínica Santa María
El infarto agudo al miocardio es una patología grave con una mortalidad superior a 30% antes de que el paciente llegue a un centro asistencial. Una vez que ingresa a un Servicio de Urgencia, la cifra desciende significativamente (entre 4 y 10%).
Esta enfermedad es causada por una obstrucción aguda en una arteria coronaria. Esto, además de impedir el riego sanguíneo de un segmento del músculo cardíaco, provoca daño severo en el corazón al pasar un tiempo determinado sin tratamiento, dando como resultado una insuficiencia cardíaca o, peor aún, la muerte de la persona.
La obstrucción se produce cuando las placas de ateroma que se han depositado en las paredes de las arterias se rompen y los coágulos evitan la normal irrigación del segmento afectado. Esto fue lo que sucedio con Eduardo Schalscha, quien tuvo la suerte de recibir un tratamiento oportuno.
“Tras el diagnóstico, Eduardo fue sometido a una angioplastía primaria, que consistió en introducir por vía radial un catéter que fue conducido hasta las arterias del corazón. Con esta técnica se realizó una limpieza para extraer los coágulos y se le instalaron dos stent, una especie de `rejilla` de cromocobalto que impide una nueva obstrucción en estos puntos y que, además, está recubierta de un medicamento que evita el rechazo por parte del organismo”, explica el Dr. Pablo Pedreros.
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Al acceder a este procedimiento a tiempo, Eduardo Schalscha no sólo evitó un daño irreversible en su corazón, sino un desenlace fatal. Así, en pocas semanas, pudo retomar su vida de manera absolutamente normal.
El infarto agudo al miocardio es una emergencia médica. Ante síntomas como dolor en el pecho que se extiende a uno o ambos brazos, sensación de falta de aire y mareos, entre otros malestares, se debe recibir atención inmediata. Clínica Santa María cuenta con cardiólogos, cirujanos cardiovasculares, cirujanos vasculares periféricos y anestesistas especializados para tratar diversas patologías cardíacas las 24 horas del día.
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