Producto de una insuficiencia renal crónica, Carlos Donaire se dializa hace 14 años en Clínica Santa María. Hoy, con 87, reconoce que gracias a este tratamiento ha podido prolongar su vida y hacerla de manera prácticamente normal.
Carlos Donaire es casado, padre, abuelo y artista. La pintura, el grabado y el dibujo fue lo que por años lo hizo viajar por el mundo, dictar clases en diversas instituciones y vivir de su gran pasión. Sin embargo, una hipertensión arterial de larga evolución terminó por provocarle serios daños renales.
En mayo de 2002, Carlos fue evaluado por el Dr. Cristián Ugarte, nefrólogo de Clínica Santa María, quién le indicó que debía ingresar a terapia de sustitución renal, que en su caso fue hemodiálisis tres veces por semana.
“El doctor me dijo que mis riñones no estaban del todo desarrollados, eran más pequeños y no cumplían su función como correspondía”, recuerda Carlos.
Cuando la insuficiencia renal es avanzada, es decir, cuando la función renal se encuentra reducida aproximadamente al 10-15% de la normalidad, el paciente debe ser sometido a terapia de sustitución renal. En Chile, hay más de 17.000 pacientes en diálisis, cifra que aumentó en forma considerable durante la última década.
Con este tratamiento se consigue reemplazar parcialmente algunas de las múltiples funciones del riñón, permitiendo prolongar la vida de personas como Carlos que, producto de su avanzada edad, no son candidatos a un trasplante de órganos. Esta es la situación de un 80 - 85% de los pacientes en terapia de diálisis crónica en nuestro país.
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La salud de los riñones es vital para el organismo, ya que éstos cumplen tareas esenciales para su adecuado funcionamiento: Eliminación de toxinas que resultan del metabolismo, mantención de la composición del líquido que rodea las células y formación de hormonas para estimular la producción de glóbulos rojos, modelar el control de la presión arterial y activar la vitamina D.
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Cabe destacar que existen factores que aumentan la posibilidad de sufrir patologías a nivel renal. En el caso de Carlos fue la hipertensión, sin embargo, hay otros como la diabetes, antecedentes familiares, obesidad, tabaquismo y alteraciones del colesterol. Por esto, se recomienda tener hábitos saludables como reducir el consumo de sal, tener una dieta que incluya frutas y verduras variadas, no fumar y realizar actividad física.
Gracias a los cuidados que ha recibido en Clínica Santa María -no sólo por la insuficiencia renal crónica que lo afecta, ya que también fue sometido a una cirugía de paratiroides y recibió tratamiento de su enfermedad coronaria- Carlos Donaire ha sobrepasado largamente los 80 años con una buena calidad de vida, manteniendo su actividad familiar y artística durante muchos años.
“Ha sido un largo proceso y muchas veces desgastador. Sin embargo, es posible llevar una vida normal con diálisis. Si no fuera por este tratamiento, ya no estaría vivo”, reconoce Carlos Donaire.
La Unidad de Diálisis de Clínica Santa María cuenta con un médico de turno estable, enfermeras especializadas, auxiliares paramédicos y una nutricionista renal que se preocupa de dar soporte nutricional y educación a los pacientes que sufren algún tipo de enfermedad renal.