Es el crecimiento anormal de la glándula mamaria en el hombre y puede tener diferentes grados de desarrollo. Sus causas son variadas y tiene como consecuencias problemas psico-sociales. Muchas veces esta condición se revierte de forma espontánea, si esto no ocurre, el hombre puede recurrir a un tratamiento quirúrgico.
En ocasiones, para algunos hombres sacarse la polera resulta realmente un problema, debido a que el tejido mamario que tienen se desarrolló más de la cuenta, dejando pechos similares a los de una mujer. Esto se conoce como ginecomastia, y se puede presentar a cualquier edad.
Existen ciertas condiciones patológicas que aumentan su frecuencia como enfermedades del hígado, tiroides y riñón, tumores testiculares y consumo de algunos medicamentos o drogas como la marihuana, entre otras. En algunos casos la suspensión del agente causante puede revertir la condición, sin embargo, muchas veces el tratamiento definitivo para la ginecomastia será quirúrgico.
“Es recomendable consultar con un especialista, siempre y cuando la condición fisiológica lo requiera, o se acompañe de otros síntomas como dolor, cefalea o genere problemas psicológicos relacionados con la autoimagen”, explica el Dr. Patricio Fuentes, cirujano plástico de Clínica Santa María.
El diagnóstico es clínico y se apoya con imágenes como la ecotomografía y mamografía, a veces requerirá de otros exámenes específicos como TAC de cerebro, ecotomografía testicular y otros.
La cirugía consiste en la extirpación de la glándula mamaria en exceso y su estudio postoperatorio con la biopsia correspondiente. Este procedimiento puede además asociarse a algún grado de lipoaspiración para mejorar el contorno del área mamaria, o también la reducción de piel en los casos más extremos.
El procedimiento completo es ambulatorio y con anestesia general, y solo en algunos casos requerirá de un día de hospitalización. El reposo en la casa dependerá de las actividades laborales o académicas que el paciente desarrolle, pero en ningún caso será en cama. El apoyo kinesiológico también podrá ser requerido para acelerar el proceso de recuperación.
En la mayoría de los casos, el paciente puede retomar sus actividades laborales de baja demanda física en una semana y deportivas en tres o cuatro, si la evolución lo permite.
Con la colaboración de:
Dr. Patricio Fuentes, cirujano plástico.