Cuando le dijeron a Cristián Müller que su enfermedad era terminal, sintió que le habían puesto a andar un cronómetro en cuenta regresiva. Dos años después le realizaron un trasplante doble de pulmón. Desde ese momento, sus esfuerzos han estado centrados en visibilizar la donación de órganos y agradecer a los donantes y sus familias.
Cristián, de 54 años, nació con déficit de Alpha 1 anti-tripsina, una patología congénita que provoca que el cuerpo no genere las enzimas que protegen los pulmones. El único tratamiento disponible que existe para su enfermedad es el trasplante pulmonar.
En 2012 fue diagnosticado y poco a poco su calidad de vida fue empeorando. En 2014 y tras varios episodios de ahogo, el Dr. Marcelo Valdés, broncopulmonar de Clínica Santa María, le dijo: “No te vas a tu casa hasta que lleguen tus pulmones.” Cristián estuvo cuatro meses hospitalizado, de los cuales en tres oportunidades estuvo a punto de ser trasplantado, sin embargo, y por distintos motivos, los pulmones no fueron adecuados.
El cuarto intento fue el decisivo. Gracias a la voluntad de un donante y su familia, el Dr. Mauricio Fica, médico jefe del Programa de Trasplante de Órganos Torácicos de Clínica Santa María, junto a un equipo multidisciplinario, pudieron llevar a cabo de forma exitosa el primer trasplante bipulmonar de la Institución.
Según Cristián el cambio fue instantáneo. “Desperté y me cambió la vida: pude respirar”, recuerda. Pero algo más daba vuelta en su cabeza, quería encontrar la forma de dar las gracias y a la vez visibilizar la importancia de la donación de órganos. Fue así como empezó a correr.
Siempre bajo una estricta supervisión médica, Cristián comenzó a competir, primero en categoría de 3 K y luego de 10 K. En enero de 2019 corrió la media Maratón de Valdivia, su estado físico había mejorado considerablemente y en abril se sintió listo para asumir el desafío que se había propuesto cuando empezó: correr 42 K.
El 7 de abril, en la Maratón de Santiago, Cristián logró su meta. Se convirtió en la tercera persona en el mundo en realizar esta exigente prueba luego de ser trasplantado de ambos pulmones y el primer chileno en hacerlo.
“Esta cruzada intenta sensibilizar al resto del mundo y demostrar que los enfermos crónicos son personas que pueden recobrar su vida en todo sentido. El hecho de que Cristián haya corrido 42 K ha sido inmensamente gratificante”, manifiesta el Dr. Fica.
Desde marzo, el Centro de Trasplante y Enfermedades Crónicas de Clínica Santa María cuenta con un nuevo espacio para ofrecer un modelo de atención integral único en el país a sus pacientes. En un solo lugar, un equipo multidisciplinario de primer nivel, de médicos, enfermeros especializados, psicólogos, nutricionistas y kinesiólogos, trabajan para entregar un tratamiento de alta complejidad y mejorar la calidad de vida de los pacientes.