Todas las mujeres en sus diferentes etapas de desarrollo deben realizarse chequeos ginecológicos de manera periódica para prevenir enfermedades y llevar una vida sana. Estos controles permiten evitar infecciones, irregularidades en la menstruación, cáncer, entre otras patologías.
1. Primer control ginecológico
Se sugiere que la primera consulta sea en la adolescencia para entregar orientación sexual o descartar patologías, que muchas veces no muestran síntomas. En caso de existir anormalidades como alteraciones de la menstruación, se debe consultar a la brevedad, sin importar la edad.
2. Papanicolaou (PAP)
Se recomienda hacerlo entre los 24 y 64 años, cada tres años. Con este examen se pueden detectar lesiones o la existencia de cáncer cervicouterino, causado por el Virus del Papiloma Humano (VPH). Es una de las enfermedades de transmisión sexual más comunes y en Chile ocupa el primer lugar entre las causas de muerte por cáncer en mujeres jóvenes.
3. Test VPH
Es un examen más específico que el PAP, que permite un diagnóstico precoz del VPH, con mayor precisión, determinando si la mujer tiene un tipo de virus de alto riesgo de desarrollar cáncer. Se recomienda a partir de los 30 años porque a esa edad se puede saber si el virus es persistente o no. Si el resultado es positivo, la paciente debe ser estudiada con mayor rigurosidad y, si es negativo, el próximo examen puede realizarlo hasta en 5 años.
4. Mamografía
Desde los 40 años todas las mujeres deben realizarse anualmente este examen para descartar la existencia de cáncer de mama. Aquellas que tengan antecedentes familiares deben realizarlo antes.
5. Densitometría ósea:
Es un estudio que mide la densidad mineral del hueso para la detección de osteoporosis y prevención de fracturas. A partir de la menopausia, se debe realizar una vez al año o antes si la paciente usa corticoides, tiene bajo peso o es fumadora.
Con la colaboración del Dr. Iván Rojas, médico jefe Servicio de Ginecología, Obstetricia y Neonatología.