Se caracterizan por ser ruidos respiratorios fuertes, roncos y ásperos, que afectan a adultos y niños mientras duermen. Para seguir un tratamiento adecuado y poner punto final al mal dormir, lo primero es encontrar la causa que origina los ronquidos.

Cuando el aire no fluye libremente hacia el exterior a través de la nariz y la boca se produce el desagradable sonido de los ronquidos. Se trata de un problema que afecta gravemente la calidad del sueño, tanto del que lo sufre como de su familia.
Los niños no deberían emitir ruidos al dormir, salvo que se encuentren resfriados, congestionados o estén atravesando un cuadro respiratorio. La presencia de ronquido o respiración a través de la boca son signos de alguna obstrucción a nivel de la vía aérea. En casos más graves puede ser alerta de apneas del sueño, un problema en el cual ocurren pausas en la respiración por varios segundos, lo que también se produce en adultos.
La roncopatía es una condición muy diferente en niños y adultos. Algunas de las causas del ronquido en menores pueden ser rinitis alérgica, hiperplasia o crecimiento de adenoides, hiperplasia de amígdalas o desviación del tabique nasal. En los adultos, a las causas mencionadas se suma el sobrepeso (el tejido extra del cuello puede oprimir las vías respiratorias) y, en mujeres también puede ser provocado por la hinchazón de tejidos durante el último mes de embarazo.
Cuando los síntomas y los hallazgos en el examen físico no son suficientes para establecer un diagnóstico certero, se debe estudiar dirigidamente el sueño con una poligrafía o polisomnograma.
El tratamiento a seguir dependerá de la causa de los ronquidos, sin embargo, en algunos casos se puede necesitar una cirugía que consiste en la extirpación de adenoides y/o de amígdalas para despejar la vía aérea.
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Con la colaboración de: Dr. Santiago Ibacache, médico coordinador Unidad de Otorrinolaringología de Clínica Santa María.