Se trata de una patología muy común en los niños(as) que provoca heridas pequeñas en boca, garganta, manos, pies y en la zona del pañal. Una de sus principales características es que es muy contagiosa.
Esta enfermedad, es una infección viral leve y frecuente, producida por un enterovirus, de fácil transmisión, que afecta mayoritariamente a los más pequeños. Se caracteriza por la presencia de manchas o heridas en la boca y vesículas o pápulas en las extremidades, es por esto que recibe el nombre de enfermedad de manos, pies y boca.
Es fácil reconocer que un niño(a) está enfrentando esta infección, si manifiesta todos o alguno de los siguientes síntomas:
- Fiebre baja
- Dolor de garganta
- Malestar corporal leve
- Lesiones dolorosas, rojas y parecidas a ampollas en la lengua, las encías o el interior de las mejillas
- Erupciones rojas, sin picazón, que pueden ser vesículas en las palmas de las manos, las plantas de los pies y, a veces, en el sector del pañal o glúteos,
- Pérdida de apetito
“El período normal desde que el niño(a) se infecta hasta la aparición de los síntomas es de tres a seis días. La fiebre suele ser el primer signo, también el dolor de garganta y, en ocasiones, el rechazo a comer o ingerir líquidos”, comenta la Dra. Juanita Zamorano, infectóloga pediátrica de Clínica Santa María.
En un rango de uno o dos días del inicio de la fiebre pueden comenzar a aparecer las erupciones en las manos, pies y nalgas. Algunas veces estas lesiones son molestas, y pueden permanecer por algunos días.
“Si bien no hay tratamientos específicos, la recomendación es que el niño tome mucho líquido para bajar la fiebre, y que idealmente esté frío para que también pueda aliviar el dolor de las lesiones en la boca y garganta, además, se pueden utilizar medicamentos analgésicos, si el especialista lo recomienda”, agrega la doctora.
En la mayoría de los casos, esta enfermedad no es grave y casi todos los niños(as) se recuperan en un plazo de 7 a 10 días sin tratamiento médico. “No hay que asustarse si los hijos se contagian. La consulta con un especialista orientará a la familia para saber qué precauciones tomar. Sí es importante, dado su nivel de contagiosidad, que el menor se quede en casa, para que no propague el virus”, finaliza la Dra. Zamorano.
Con la colaboración de la Dra. Juanita Zamorano, infectóloga pediátrica de Clínica Santa María.