Adormecimiento de la mano, sensación de corriente o dolor en el brazo, son algunos de los síntomas que delatan el síndrome del túnel carpiano. Esto ocurre cuando el espacio donde se aloja el nervio mediano de la muñeca no es suficiente y, entonces, éste es presionado y lesionado provocando molestias.

En la muñeca existe un espacio llamado túnel carpiano, a través del cual pasa el nervio mediano y nueve tendones, y que se extiende desde la muñeca hasta la palma de la mano. Cuando ese corredor se inflama el nervio se comprime y su función se ve alterada, generando síntomas que entorpecen las actividades diarias de las personas afectadas.
Los pacientes que sufren esta neuropatía, por lo general, tienen entre 30 y 60 años, siendo frecuente en los que trabajan frente a un computador o en actividades laborales que requieren uso de fuerza. Es una enfermedad que se advierte en la rutina diaria, ya que se manifiesta como pérdida de fuerza en manos y brazos, o mediante dificultad para sujetar objetos. Ante la presencia de alguno de estos signos, lo recomendable es consultar a un especialista para hacer una exploración de la sensibilidad y fuerza de la extremidad afectada.
Cuando el síndrome no se presenta con signos severos, los síntomas pueden aliviarse por medio de una férula que inmovilice el brazo para reducir la presión en el nervio, o el consumo de antiinflamatorios orales o inyectados directamente al túnel carpiano. Sin embargo, cuando las molestias son más intensas, es necesaria una solución quirúrgica que consiste en agrandar el túnel para disminuir la presión que se está ejerciendo sobre el nervio mediano de la muñeca. Esta intervención se realiza con excelentes resultados en el
Centro de Cirugía Mayor Ambulatoria con Hospitalización Transitoria, por lo que no requiere un postoperatorio prolongado.
Con la colaboración de: Dr. Javier González, especialista de la
Unidad de Traumatología de Clínica Santa María.