Aún quedan vacaciones de verano, sin embargo, el regreso a clases está cada vez más cerca. Por esto, te entregamos algunas recomendaciones para que esta transición sea lo más llevadera posible para los pequeños.
No todos los niños enfrentan la vuelta a clases con el mejor de los ánimos, de hecho, es común que en los días previos los padres observen ciertas manifestaciones emocionales de tipo conductual.
“En la mayoría de los casos se generan síntomas de estrés y conductas regresivas: se muestran más regalones, dependientes, celosos, sensibles, hacen pataletas sin motivo aparente y andan mal humorados. También hay signos más bien ansiosos como querer volver a dormir con los papás, estar más preocupados, pesimistas y perfeccionistas. Esto se puede deber al miedo que genera lo nuevo o no conocido”, destaca María Pía Castro, psicóloga infantil de Clínica Santa María.
Por ello, es importante que los padres monitoreen la expresión y opinión que entregan sus hijos sobre la llegada de marzo y pongan en práctica algunos consejos para que el ingreso a clases sea lo más amigable posible:
- Una semana antes de la entrada al colegio, realicen alguna actividad o ritual de despedida del verano y pídanles que escriban o verbalicen sus deseos para el año académico.
- Propónganles ir a elegir sus cuadernos, mochila, preparar su estuche escolar y prueba de uniformes.
- Deben regular el reloj biológico, retomando lentamente los horarios para levantarse, alimentarse y dormir.
- Pueden explicarles que aprenderán cosas nuevas e interesantes y que se rencontrarán con sus compañeros, amigos y profesores.
- Acompáñenlos en su primer día hasta la sala de clases. Esto les dará seguridad y logrará disminuir sus nervios. Despídanse de forma alegre, breve y lúdica.
Con la colaboración de: María Pía Castro, psicóloga clínica infanto- juvenil.