Es una enfermedad que afecta a cerca del 3% de la población mundial y que generalmente se diagnostica en la niñez o adolescencia. Reconoce los signos de alerta para saber cuándo consultar con un especialista.
La escoliosis es la curvatura anormal de la columna vertebral. Si bien todas las personas la tienen curva de manera natural, en quienes tienen escoliosis es más pronunciada y puede lucir como una letra C o S.
“La mayoría de los casos son leves y puede manifestarse a cualquier edad, aunque es más común en los niños. De hecho, algunas curvas podrían empeorar a medida que la persona va creciendo, por esto el control con un traumatólogo es muy importante”, comenta el Dr. Rodrigo Terrada, traumatólogo de columna de Clínica Santa María.
Gran parte de quienes tienen escoliosis solo requieren de control médico periódico y ejercicios, sin embargo, algunos niños necesitan de un aparato ortopédico para evitar que la curva empeore y otros pueden requerir una cirugía para detener la progresión de las desviaciones muy pronunciadas.
En tanto, la escoliosis severa podría llegar a ser incapacitante por el desbalance, el dolor o, en casos extremos, por la dificultad para que los pulmones funcionen correctamente.
Si bien la mayoría de los pacientes no presentan síntomas, cuando los hay, pueden ser los siguientes:
- Hombros disparejos
- Dolor de espalda
- Un omóplato que parece más prominente que el otro
- Una cadera más alta que la otra
- Un lado de la caja torácica que sobresale hacia adelante
- Cintura asimétrica
Si notas alguno de estos signos o tienes dudas, consulta con un especialista. El diagnóstico de la escoliosis se realiza con un examen físico y radiografía de columna total, y dependiendo de los hallazgos, puede requerir estudios adicionales. En nuestro país, además, existe un programa de screening ejecutado en 8vo básico implementado por la JUNAEB, para pesquisar tempranamente este tipo de enfermedades.
Con la colaboración de Rodrigo Terrada, traumatólogo de columna de Clínica Santa María.