Es una bacteria que habita principalmente en el estómago de las personas y, si no se trata a tiempo, puede causar cáncer gástrico.
El Helicobacter pylori puede desarrollarse en cualquier etapa de la vida, pero la carga infecciosa es más frecuente entre los 15 y 25 años. Si no se maneja en edades tempranas, luego de los 50 años, la mucosa del estómago
del paciente estará tan dañada y delgada que la bacteria se erradica, lo que causa patologías más severas.
Los síntomas dependen de la edad, pero es común el dolor abdominal, acidez, náuseas, pérdida del apetito, eructos, hinchazón, pérdida de peso, úlcera duodenal, entre otros. Sin embargo, en algunos casos
puede que no se presente ninguno de ellos.
“Con el tiempo, la permanencia de la bacteria puede llevar a la atrofia de la mucosa del estómago, lo que produce que no se absorban las vitaminas y hierro, y lleva a asociarla con la anemia ferropénica y déficit de vitamina
B12. Además, puede generar úlceras y con el tiempo los síntomas pueden derivar a un cáncer gástrico y linfoma de Malt”, explica el Dr. Daniel Da Costa, gastroenterólogo de Clínica Santa María.
Al habitar en el estómago de las personas, la vía de transmisión es la saliva y otros fluidos del estómago. No se sabe bien el mecanismo, pero se cree que el contagio se da al compartir cubiertos, vasos y fuentes.
El 90-95% de los diagnósticos se realizan mediante un “test de ureasa” que se lleva a cabo a través de una endoscopía digestiva alta. También se puede observar con una biopsia de estómago.
“Guías internacionales recomiendan que las personas asintomáticas menores de 40 años se realicen un examen de detección para erradicarla y así reducir el riesgo de desarrollar cáncer”, agrega el
Dr. Da Costa.
El contagio tiene como factor la edad y el índice de desarrollo humano, por ejemplo, en África la tasa de prevalencia puede llegar al 90% de la población y en países del primer mundo al 10%. En Chile afecta al 70% de las
personas, ya que su variante es más virulenta y tiene oncogenes, por lo que -junto a Japón- son los países con mayor tasa de cáncer gástrico a nivel mundial.
El Helicobacter pylori es una patología GES. Su tratamiento consta de 14 días de antibióticos que, en general, son bien tolerados por los pacientes. Tan solo 1 de cada 4 personas tiene síntomas como malestar, hinchazón,
gusto metálico y acidez, y menos del 1% tiene que suspenderlo. Este elimina a la bacteria en un 90 - 95% de los casos y la tasa de reinfección puede ser de un 1 - 2% al año.
“El equipo de Gastroenterología de Clínica Santa María está consciente de la importancia del Helicobacter pylori, por lo que está altamente capacitado y cuenta con la tecnología para diagnosticar, tratar
y corroborar su erradicación, lo que implica la prevención primaria y secundaria del cáncer gástrico”, finaliza el Dr. Da Costa.
Con la colaboración del Dr. Daniel Da Costa, gastroenterólogo de Clínica Santa María.