Se trata de un procedimiento seguro, efectivo y reversible que permite el control de la fertilidad. Conoce más sobre la técnica sin bisturí que se realiza en Clínica Santa María.
La vasectomía consiste en la oclusión y/o la pérdida de la continuidad del conducto que lleva los espermatozoides desde el testículo hasta la uretra, llamado conducto deferente. La técnica tradicional se realiza a través de una incisión en la raíz del escroto mediante la cual se diseca el cordón espermático, aislando y exteriorizando posteriormente el conducto deferente.
La técnica de vasectomía sin bisturí, que ofrece la Unidad de Urología a sus pacientes, se trata de una cirugía que permite acceder al conducto deferente a través de una pequeña punción en la piel realizada mediante un instrumental quirúrgico especializado (pinzas y fórceps).
Estas herramientas permiten aislar de manera exclusiva el conducto deferente, lo que genera menor traumatismo a los tejidos, produciendo menos dolor, una recuperación más rápida y menos complicaciones comparado con la técnica tradicional, manteniendo las mismas tasas de éxito, cercanas al 100%. Esto ha sido demostrado en innumerables estudios, permitiendo así que esta técnica sea definida como el estándar en todo el mundo.
Una vez aislado el conducto, el cirujano puede optar por alguna de las diversas técnicas de oclusión que existen dentro de las cuales destacan la ligadura del deferente, oclusión mediante clips metálicos, resección de un segmento, cauterización de la luz del conducto y/o interposición de tejido entre los cabos.
Si bien este procedimiento es permanente, se puede revertir a través de una microcirugía, llamada vasovasostomía, que busca conectar nuevamente los cabos del conducto deferente seccionados en la vasectomía, de manera que los pacientes logren tener hijos por medios naturales.
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Con la colaboración de: Dr. Alfredo Velasco, médico coordinador
Unidad de Urología, y
Dr. Pablo Pizzi, urólogo de Clínica Santa María.