Existen ciertas características que podrían permitir identificar si un niño, niña o adolescente es víctima de bullying. Para reconocerlas es clave tener una buena relación con ellos, escucharlos con atención y observarlos al momento de socializar.
El acoso escolar o bullying es la agresión física y/o psicológica que afecta de forma sistemática a un menor y que es realizada por uno o más compañeros de colegio. Los niños entre los 8 y 10 años pueden ser muy crueles y molestosos, haciendo notar las debilidades y defectos del otro, pero no siempre hay una intención de causar daño.
En la pubertad y adolescencia el acoso escolar puede ser más intenso, ya que sí son conscientes de que están haciendo algo mal. Generalmente, los hombres agreden físicamente y las mujeres lo hacen desde lo relacional; excluyendo de los grupos y hoy, enviando mensajes destructivos por redes sociales (cyberbullying).
El niño o niña agredido(a) usualmente evidencia una personalidad más tímida, reprimida e insegura. “Aquí es donde hay que poner especial atención, porque algunos de los ‘síntomas’ del bullying pueden ser un notorio cambio conductual, ya sea en su rendimiento, disciplina, alteración de ritmos biológicos (sueño, alimentación) y en la expresión de emociones, así como también un marcado rechazo a asistir al colegio", comenta María Pía Castro, psicóloga infantil de Clínica Santa María.
Cuando se trata de casos muy complejos se sugiere, en primera instancia, una evaluación psicológica para indagar el impacto emocional; la que en paralelo debe incluir la colaboración del colegio. Esto último, entendiendo que el contexto legal actual en nuestro país, responsabiliza a las instituciones escolares respecto a erradicar el bullying, activar protocolos de intervención y estimular una convivencia sana entre todas las partes (víctima, agresor y espectadores).
Es fundamental entregarle apoyo a la víctima y que pueda reparar la vivencia, logrando una interacción saludable con sus pares y, además, que desarrolle herramientas como la resiliencia y asertividad. El apoyo psicológico es una gran instancia de validación y reconocimiento.
Otras recomendaciones muy importantes para generar lazos de confianza con los hijos e hijas, son mantener una buena comunicación, preguntar cada día cómo estuvo el colegio y prestar atención a los detalles, participar en las actividades recreacionales, observar las relaciones con sus pares, hablar periódicamente con el profesor jefe y monitorear sus redes sociales, sin invadir su privacidad. En caso de que se detecte acoso, es necesario entregar apoyo emocional, siempre validando los sentimientos y activando la red de apoyo necesaria.
Con la colaboración de María Pía Castro, psicóloga infantil de Clínica Santa María.