Esta transición puede resultar estresante tanto para padres como hijos, por lo que es necesario tener en cuenta que es un proceso lento y que existirán dificultades en el camino. Sigue estos consejos para ayudar a tu hijo en este importante cambio de etapa.
En el verano y las vacaciones, muchos padres con hijos pequeños, comienzan a estimular la interrupción del uso de pañales, ya que cuentan con más tiempo para apoyarlos en este proceso. Sin embargo, este cambio puede traer frustración, debido a que muchas veces no se logra de inmediato.
Durante el día, los pañales se deberían empezar a sacar a partir de los 2 años de edad, cuando los menores comienzan a lograr el control de su esfínter diurno. Al tener desarrollado un lenguaje más avanzado –consiguiendo elaborar frases de dos palabras– pueden manifestar incomodidad respecto al uso de éstos y ganas de ir al baño por voluntad propia. “Sin embargo, hay menores que a ese edad no reconocen todavía las señales para esto. En este caso, no hay que preocuparse, ya que cada niño tiene sus tiempos y hay que respetarlos”, explica la Dra. Martina Verdaguer, pediatra de Clínica Santa María.
En cuanto al control del esfínter nocturno, éste se puede tardar hasta los 6 años, ya que se relaciona con la madurez del niño, el tamaño de la vejiga y el aumento normal de la hormona antidiurética que se produce en las noches. “Esto se va logrando en la etapa preescolar y es recomendable retirar los pañales cuando comienzan a amanecer secos”, añade la doctora.
Consejos para que el proceso sea un éxito
- Encontrar el momento adecuado: Cuando ya se considere que el menor tiene la madurez suficiente y los padres tengan tiempo para concentrarse en ayudarlo, es recomendable quitar los pañales completamente durante el día.
- Ayudarlo con accesorios: La doctora recomienda que se cuente con un adaptador para el baño y un piso para los pies, para que así el niño pueda estar cómodo y tenga estabilidad. Además, es importante que se sienta partícipe del momento, llevándolo a comprar todo lo necesario, incluso la ropa interior.
- Aprovechar el verano: En esta época del año, el menor utiliza menos ropa, lo que hace más fácil identificar cuando se moja y es más amigable cambiarlo.
- Recordarle ir al baño: Es importante que el padre y la madre estén atentos a los momentos en que el niño presente señales de querer ir al baño. Si se encuentra muy distraído con actividades y juegos, es recomendable llevarlo cada 3 horas.
- Aplaudir los avances: Si el menor utiliza adecuadamente el baño es bueno que se le dé algún estimulo positivo como una calcomanía, un beso o un llamado a los abuelos. En cambio, si moja su ropa, no se debe castigar o humillar, al contrario, se le debe tranquilizar y ofrecerle ayuda para la próxima vez.
- Mantener el propósito: Es importante que una vez iniciado el proceso, no se vuelva para atrás. No es bueno para el niño que le pongan y saquen los pañales, ya que para lograr su objetivo, es necesario que vea un mensaje consistente.
Con la colaboración de: Dra. Martina Verdaguer, pediatra de Clínica Santa María.