La mujer siempre se ha destacado por ser el género más preocupado de su salud. Sin embargo, todavía hay quienes por confusión o temor no se realizan los chequeos necesarios según su edad, antecedes familiares y características particulares. Infórmate de los estudios que debes tener en cuenta en cada etapa de tu desarrollo.
Durante la vida de la mujer, existen exámenes y pruebas que deben realizarse para prevenir distintos problemas ginecológicos como desarrollo puberal anormal, infertilidad, infecciones ginecológicas, irregularidad en la menstruación y diferentes cánceres que se pueden presentar en la adultez.
“Desde que la mujer comienza el desarrollo sexual, hasta que se encuentra en su etapa más madura, es necesario que esté atenta a las posibles dificultades que se le pueden presentar en su salud reproductiva y que pueden terminar en alguna enfermedad”, manifiesta el Dr. Iván Rojas, médico jefe del Servicio de Ginecología, Obstetricia y Neonatología de Clínica Santa María.
Sin embargo, el especialista asegura que una de las preocupaciones prioritarias es por aquellas mujeres que una vez llegada la menopausia, dejan de ir al ginecólogo, pensando que ya no es necesario revisarse, cuando es a esa edad en que se pueden manifestar las enfermedades más graves. “En general, las mujeres concentran la patología benigna durante su período fértil, mientras que la patología oncológica –que es la más preocupante– se presenta principalmente después del climaterio”, explica el ginecólogo.
Pese a esto, es necesario que una vez comenzado el desarrollo femenino, se comiencen a realizar exámenes y revisiones para evitar ciertas enfermedades y dificultades ginecológicas, algunas de las cuales también se pueden presentan a edad temprana.
- Primera visita al ginecólogo: Si no existen anormalidades, lo ideal es que la primera consulta sea en la adolescencia, ya sea para orientación en sexualidad o para descartar patologías que muchas veces no muestran síntomas. Sin embargo, de haber algo fuera de lo normal –como desarrollo precoz o tardío de los caracteres sexuales secundarios o alteraciones en la menstruación– se debe consultar a un experto a la brevedad, a pesar de la edad.
- Papanicolaou: Se recomienda realizarlo entre los 24 y 64 años, cada tres años. Este examen sirve para detectar lesiones o la existencia del cáncer cervicouterino, el cáncer más común en la mujer joven, el cual es causado por el virus papiloma humano. Sin embargo, es importante señalar que este virus es la infección viral más frecuente y se estima que en Chile, bajo los 30 años en la población sexualmente activa, alrededor del 20-30% lo porta. No obstante, a esa edad la mayoría lo elimina espontáneamente, sin causar cáncer.
- Examen Papiloma Humano: Como una opción más específica al PAP, el especialista recomienda esta prueba, que a pesar de que también consiste en sacar una muestra, éste puede identificar si la mujer es portadora de un virus de alto riesgo de desarrollar cáncer. En el caso de que salga positivo, la paciente debe ser estudiada con mayor rigurosidad, mientras que si le sale negativo, puede aplazar un nuevo análisis hasta 5 años. Esta prueba se recomienda a partir de los 30, ya que recién a esa edad se sabrá si el virus es persistente o no. “Este examen tiene una sensibilidad mayor que el PAP, lo que permite un diagnóstico precoz con mayor precisión”, explica el Dr. Rojas.
- Mamografía: A partir de los 40 años, todas las mujeres deben realizarse este examen para descartar la existencia de cáncer de mama. Si existen factores de riesgos específicos –como familiares directos que hayan tenido la enfermedad– se recomienda hacerlo antes, indicación que vendrá del especialista de acuerdo a cada caso.
Finalmente, el Dr. Rojas recalca en la importancia de que la mujer asista al ginecólogo sin miedos y evite la automedicación, ya que esto le puede traer problemas serios en su desarrollo reproductivo.
Con la colaboración de: Dr. Iván Rojas, médico jefe del Servicio de Ginecología, Obstetricia y Neonatología de Clínica Santa María.