Al no presentar síntomas y siendo sólo posible identificarlos a través de una ecografía abdominal o una resonancia nuclear magnética, muchas personas no saben que los tienen y que pueden llegar a generar pancreatitis, infecciones en el hígado o un tumor en la vesícula. Sin embargo, si se descubren a tiempo, pueden retirarse fácilmente a través de una cirugía.
Chile es el país que cuenta con la mayor cantidad de personas con cáncer de vesícula del mundo, el cual es generado por cálculos biliares. Éstos, se presentan en la mitad de las mujeres mayores de 50 años y también en obesos, embarazadas y post operados de cirugías bariátricas.
El cirujano digestivo, Dr. Claudio Navarrete, explica que este tipo de cálculos son piedrecitas de colesterol y calcio que se forman en las vías biliares, sobre todo en la vesícula. Pueden ser tan pequeños como un grano de arena o tan grandes como una pelota de golf. No hay que confundirse con los cálculos renales, los cuales se generan en el riñón y se pueden identificar de manera mucho más fácil, ya que se manifiestan con síntomas como color anormal o sangre en la orina, escalofríos, fiebre, náuseas y/o vómitos.
El problema es que los cálculos biliares generalmente no presentan síntomas, por lo que muchos no saben que los tienen hasta que se realizan una ecografía abdominal o una resonancia nuclear magnética. “Sin embargo, hay casos en que después de ingerir grasas o alcohol se manifiestan con un dolor agudo en el área superior derecha del abdomen”, agrega el especialista.
“Cuando los cálculos se presentan en la vesícula biliar –conducto que lleva la bilis desde el hígado hacia el intestino– pueden provocar pancreatitis, infecciones en el hígado y hasta cáncer, si no se retiran a tiempo”, explica el cirujano.
El médico explica que una vez descubiertos los cálculos biliares, la forma más eficiente de eliminarlos es a través de un procedimiento vía laparoscopía, que consiste en sacar la vesícula completamente (colecistectomía). “Hoy en día, esta intervención se puede realizar a través de cirugía robótica con la técnica single-site que, al utilizar el ombligo como puerto único, no deja ninguna cicatriz, disminuye el sangrado y permite a los pacientes recuperarse rápidamente”, explica el experto.
En cuanto a la prevención de este problema, el doctor advierte que no hay manera de evitar los cálculos ya que dependen de la genética y factores de riesgo de cada persona, independiente de si tiene una dieta sana o no.
Con la colaboración: Dr. Claudio Navarrete, médico jefe del Departamento de Cirugía de Clínica Santa María.