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Antes de los 7 años

Recomendaciones para enseñarle a los niños a nadar

Publicado el 28/11/2017

Muchos menores pueden temerle al agua, lo que dificulta que aprendan a nadar. Por ello, es fundamental que los padres los acompañen con paciencia en el proceso, guiándolos sin presiones. Sigue estos consejos, para que puedan disfrutar de mejor manera esta temporada de piscinas.

Enseñarle a un hijo a nadar es un tema que todo padre debe enfrentar y que muchas veces puede llegar a ser muy complicado debido al miedo de los niños. Sin embargo, este proceso no tiene por qué ser un problema si se incentivan desde pequeños. “Se recomienda que exista un acercamiento al medio acuático durante la lactancia, donde la guagua puede ser guiada por su madre en un contexto familiar y lúdico, que permita que el menor aprenda a desenvolverse en el agua sin riesgos”, explica Anita Coghlan, kinesióloga de Clínica Santa María.

Al crecer, los niños olvidan su cercanía con el agua y comienzan a desarrollar temores que antes no conocían. En ese momento, es importante que los padres acompañen y guíen al infante en la adaptación y aprendizaje, siendo ideal un proceso continuo que permita que cerca de los 3 o 4 años puedan iniciar la incorporación de técnicas de natación. “Si el menor siente mucho miedo al agua, es recomendable que se comience a los 5 o 6 años”, añade la especialista.

Cómo ayudarlos

1. Iniciar el proceso antes de los 7 años: La kinesióloga recomienda comenzar la enseñanza se realice antes de esta edad, cuando el aprendizaje es más fácil y permanente. Lo ideal es que sea lo más temprano posible, para así evitar accidentes y traumas posteriores.

2. Lograr una adecuada adaptación al agua: Es útil entregar asistencia al niño mediante flotadores o alitas que le den una mayor confianza y que a medida que se desempeñe mejor en el medio acuático, se pueden ir retirando.

3. Guiar, no presionar: Es muy importante que el niño se sienta acompañado y apoyado en el proceso. Si se siente obligado, aparecerán los temores y no querrá seguir intentándolo.

4. Enseñarles en un ambiente de confianza: Aunque es recomendable que el menor aprenda en un contexto familiar, también se puede complementar la enseñanza con clases de natación con un profesional adecuado.

5. Evitar los premios: La especialista explica que no aconseja utilizar un método conductista a través de premios, ya que el menor comienza a realizar las cosas motivados por los regalos más que por el placer de aprender, jugar y divertirse.


Con la colaboración de: Anita Coghlan, kinesióloga de Clínica Santa María.