En promedio, cada mes mueren 50 mujeres en Chile por causa del cáncer cervicouterino, siendo la principal causa de muerte por cáncer en mujeres jóvenes. Se produce principalmente por el virus papiloma humano, una de las enfermedades de transmisión sexual más común. Sin embargo, esta patología se puede prevenir o tratar oportunamente.
El cáncer cervicouterino se desarrolla en el cérvix de la mujer (porción del útero intravaginal) y es el resultado de una infección viral persistente asociada al virus papiloma humano (VPH).
Está asociado con la actividad sexual, independiente del número de parejas sexuales, aunque este último factor aumenta el riesgo. Cerca del 80% de las mujeres son infectadas en forma transitoria en algún momento de sus vidas, pero en la mayoría de los casos, el virus es eliminado por el sistema inmune normal, sin desarrollar síntomas. Se estima que en una minoría de mujeres, menos del 10%, la infección por VPH persiste en el tiempo, siendo esta condición la que se asocia al riesgo de desarrollar lesiones precancerosas en el cuello uterino y luego cáncer.
Actualmente, existe prevención primaria a través de la vacunación de las mujeres en su adolescencia, programa que existe a nivel nacional desde hace algunos años. “Esta estrategia, logra disminuir el riesgo de cáncer cervicouterino en alrededor de un 70%, pero es importante precisar que no otorga inmunidad completa”, señala el Dr. Iván Rojas, ginecólogo oncólogo de Clínica Santa María.
Esta enfermedad, una vez iniciada, tiene una etapa precancerosa, que puede durar varios años. Si es pesquisada en esta etapa, las posibilidades de curación son casi del 100%.
Exámenes preventivos:
- Papanicolau: Se recomienda entre los 24 y 64 años, con una periodicidad mínima de 3 años. Sirve para detectar principalmente las lesiones precancerosas o el cáncer propiamente tal. Cualquier anormalidad debe ser estudiada por un especialista gineco-oncólogo.
- Test VPH (virus papiloma humano): Esta prueba, es más sensible que la citología (Papanicolau), e identifica a aquellas mujeres portadoras de VPH con alto riesgo de desarrollar cáncer. Este examen se recomienda a partir de los 30 años, y el análisis debe repetirse cada 5 años.
La realización de estos exámenes es fundamental considerando que el 50% de las mujeres que presentan lesión con riesgo de cáncer en su cuello uterino, no son diagnosticados a tiempo. Ambos son sencillos, no producen dolor y su duración es solo de unos minutos.
Con la colaboración de: Dr. Iván Rojas, ginecólogo oncólogo, jefe del Servicio de Ginecología, Obstetricia y Neonatología.