¿En qué consiste el procedimiento?
Este tipo de trasplante consiste en reponer las células madre de la médula ósea, que han sido previamente eliminadas por altas dosis de quimioterapia, radioterapia o por alguna enfermedad, para poder restablecer su función.
El trasplante de médula ósea es un procedimiento al que se recurre frente a dos tipos de situaciones:
- Una enfermedad que afecta directamente a la médula ósea: leucemia, mielomas, aplasia medular, inmunodeficiencias adquiridas o heredadas u otras enfermedades menos frecuentes.
- Una enfermedad que no afecta directamente la médula pero que para poder ser mejorada requiera de altas dosis de quimioterapia, la cual afecta a las células que se están dividiendo, tanto las cancerosas que se quiere eliminar como las sanas. Si se aumenta la dosis de quimioterapia, como un efecto no deseado las células madre pueden ser eliminadas. Esta situación lleva a un estado no compatible con la vida y las células madre pueden ser repuestas con un trasplante de médula ósea.
En el caso de los niños, alrededor del 10% de los que padecen cáncer necesitan un trasplante de médula ósea. Los resultados en el largo plazo hacen que sea una medida muy gratificante, ya que proporciona una cura definitiva y permite al paciente tener una vida normal.
Se estima que cada año se hacen más de 50 mil de estas intervenciones a nivel mundial.
Clínica Santa María cuenta con un Programa de Trasplante de Médula Ósea pediátrico y adulto. Dispone de personal médico y de enfermería capacitado en el extranjero y con vasta experiencia en el área, además de todos los medios de apoyo para efectuar este tipo de procedimientos.
Contamos con 23 unidades de aislamiento con presión positiva y filtros hepa, que entregan las máximas condiciones de seguridad para prevenir infecciones graves y efectuar trasplantes bajo las mejores condiciones con el mínimo de riesgos asociados.
Fases
1. Recolección de células madre, que puede ser efectuada de dos formas:
- Directamente de la médula ósea: en esos casos el paciente o donante es llevado a pabellón, donde se le extrae parte de la médula mediante agujas que se introducen en uno de los huesos de la pelvis (cresta iliaca).
- Recolección periférica: en la mayoría de los pacientes adultos se realiza este procedimiento. Es ambulatorio, toma alrededor de cinco horas y tiene pocos efectos adversos.
Días antes de la recolección, se le administra a la persona una droga que estimula la salida de células madres desde la médula a la sangre periférica. Estas son recolectadas a través de una vía de acceso, instalada en alguna vena (generalmente en un brazo), que permite que la sangre del paciente o donante circule por un equipo especialmente diseñado para seleccionar las células madre y retornar el “resto” de la sangre al cuerpo.
2. Administración de quimioterapia asociada y/o radioterapia:
Las dosis y esquema de tratamiento dependen de la enfermedad que se esté tratando. La mayoría de las veces el paciente debe ser hospitalizado.
3. Infusión de médula ósea:
Es un procedimiento relativamente simple que consiste en descongelar rápidamente las células madre y transfundirlas al paciente. También es posible usar células frescas recolectadas el mismo día. Es una etapa habitualmente bien tolerada y rápida.
4. Recuperación del injerto:
Corresponde a la etapa más compleja del trasplante de médula. El paciente, que queda sin defensas, permanece hospitalizado en unidades especiales de aislamiento, donde se recupera de los efectos de la quimioterapia y/o radioterapia. Habitualmente dura entre dos a tres semanas.
5. Recuperación a mediano y largo plazo:
Es un período de diversos grados de complejidad, que depende del tipo de trasplante efectuado y que, generalmente, dura hasta el año.
En el caso de los trasplantes alogeneicos, uno de los efectos adversos más comunes es la enfermedad injerto versus huésped. Este mal consiste en el no reconocimiento de diferentes tejidos por parte de las células del sistema inmune del donante, las que atacan a las del paciente.